lunes, 3 de octubre de 2011

Así funcionó el “blindaje mediático” a Macri en los diarios hegemónicos

Por Carlos Romero, para Tiempo Argentino

Los casos testigo de la “campaña sucia”, la muerte de dos niños en la emergencia habitacional, la publicidad engañosa, la clausura del Club 17 de Agosto, la crisis en el Borda, la indagatoria por la UCEP y el manejo de la pauta oficial, entre otros.

Desde que asumió la jefatura de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri contó con una cobertura estratégica por parte de los principales diarios del país: Clarín y La Nación. Se trata de ese “blindaje mediático” que con tanta claridad se pudo ver en los meses previos a los comicios porteños, y que aún hoy goza de buena salud.

Más allá de la difusión generosa y positiva de los actos de gobierno del PRO, este blindaje remite a la forma en que ambos medios “cubren”, en tanto que tapan o disimulan, los puntos críticos de la gestión macrista. Polémicas que muchas veces derivaron en escándalos o expedientes judiciales, y sin embargo recibieron un tratamiento lateral o incluso fueron omitidas por los diarios de Héctor Magnetto y los Saguier. Aquí el detalle de las noticias perjudiciales para Macri, que Clarín y La Nación ocultaron, minimizaron o tergiversaron.

Este mecanismo se aplicó a la “campaña sucia” contra Daniel Filmus, en las semanas previas al ballottage en la Ciudad. Los dos diarios buscaron evitar que el tema llegara a sus portadas, dieron preeminencia a los argumentos de Macri y, antes de indagar en el perjuicio que los falsos mensajes telefónicos, trajeron a Filmus, presentaron su denuncia como parte de la estrategia electoral del Frente para la Victoria (FPV).

El 6 de julio último, La Nación publicó un artículo titulado “Jugada judicial del kirchnerismo. Filmus denunció una ‘campaña sucia’”. Con el avance de una investigación que hacía foco en el publicista Jaime Durán Barba, el 23 de julio el diario dio amplia difusión al contraataque de Macri: “Son ellos los reyes de la campaña sucia”, mientras en otro artículo –sin mencionar al ingeniero– señaló: “Investigan quién pagó las llamadas contra Filmus". El 27, La Nación destacó: “‘Que Filmus muestre sus propuestas’, desafió Macri". Ese día, el candidato del FPV había visitado el Senado para dar precisiones sobre las calumnias en su contra. El 28, el diario dijo que “Filmus llevó su pelea porteña al Senado”, y en su sitio web presentó un artículo titulado “Durán Barba cuenta cómo ganar las elecciones”, donde mencionó que para el asesor “es una tontería hacer campañas sucias”. El 1 de agosto, tras la victoria del PRO, La Nación abandonó el tema.

Similar recorrido tuvo el affaire en Clarín. El 6 de julio, adelantó que Filmus “recalentará las cosas cuando denuncie una ‘campaña sucia’”, y tres días después, en una breve, informó que “Investigan una denuncia K”. En general, redujo la cuestión a un “cruce” pre electoral, dejando en segundo plano el hecho en sí: la propagación de miles de llamados injuriantes. El 26 de julio, con el PRO al tope de las encuestas, Clarín presentó a un Filmus caprichoso, que “insiste con la ‘campaña sucia’” y a un Macri que “le pide reflexionar”, aclarando: “El candidato K, que busca un golpe de efecto para el balotaje, fue a la Justicia para que lo tomen como querellante por los supuestos ataques macristas". Los hechos, ausentes.

Otro tanto sucedió con la clausura del Club 17 de Agosto, donde Macri y María Eugenia Vidal habían lanzado su candidatura. La medida la dispuso el juez Andrés Gallardo, luego de que el lugar fuera usado como parador nocturno a pesar de carecer de habilitación para ese fin, además de detectarse irregularidades en el pago hecho por la Ciudad. La decisión, conocida el 4 de julio, no fue recogida por las ediciones impresas de Clarín y La Nación, que sin embargo, más tarde, sí se harían eco de las réplicas del Ejecutivo porteño.

Dos días antes, el juez había allanado el Ministerio de Desarrollo Social, encabezado por Vidal, para buscar pruebas sobre la anomalía en el contrato con el club. El 2 de julio Clarín publicó: “Allanan oficinas de la candidata a vice de Macri, a 9 días de las elecciones". En la bajada de la nota se leía: “En el PRO le ven motivos políticos". También había un recuadro titulado “Gallardo, un juez polémico”. En cuanto a La Nación, informó que “La Justicia allanó oficinas de la candidata Vidal” y agregó que “Macri denuncia una operación". El 7 de julio, el periodista Adrián Ventura se refirió al hecho en su columna “La campaña sucia llega a la Justicia”, donde se preguntó: “¿Es Gallardo realmente libre?” Esta situación había decantado luego del violento desalojo en el asentamiento La Veredita. Más tarde, cuando una investigación de Tiempo Argentino reveló la muerte de un bebé de tres meses el 17 de julio, en medio de las pésimas condiciones que persistían en La Veredita, ambos medios hicieron silencio. La misma omisión había ocurrido el 13 de julio, con la muerte de un niño de un año y medio al incendiarse un hogar de tránsito que el gobierno porteño administraba en La Boca.

La política educativa fue otro de los ejes donde operó el blindaje. A finales de mayo pasado, los diarios no reflejaron la denuncia hecha por la Unión de Trabajadores de la Educación a raíz de una publicidad errónea sobre los colegios construidos en la Ciudad. El Ministerio de Educación se atribuyó 13 escuelas, cuando fueron dos. La justicia dio la razón a los maestros y obligó al macrismo a rectificarse. Clarín y La Nación no trataron el episodio.

Tampoco hubo espacio en estos diarios para el caso de Salvador, un nene de cinco años que sufrió una fractura de cráneo al caerle encima una reja del Parque Chacabuco, el 8 de julio. El hecho sucedió en un sector de obras que habían sido recientemente inauguradas.

La protección mediática también sirvió para amortiguar el escándalo de la pauta oficial en la Secretaría de Comunicación Social porteña, a cargo de un hombre de máxima confianza de Macri: Gregorio Centurión, que acabaría por suicidarse en medio de una causa judicial. Clarín había publicado dos notas: el 1 y el 12 de diciembre de 2010, titulando que “La Justicia investiga la distribución de pauta oficial” y que una “ex asesora de Macri” estaba “en la mira”. Pero el suicidio de Centurión, el 20 diciembre, clausuró el tema para este diario, a pesar de la continuidad del expediente y de los datos que aportó una investigación de este diario. En cuanto a La Nación, sólo dio tratamiento el episodio con el deceso de Centurión: “Se suicidó un funcionario de Macri que estaba investigado”, tituló. Y eso fue todo.

Hubo otro hecho ligado a la publicidad, en este caso de la propia gestión PRO, donde Macri contó con blindaje. A principios de junio pasado, el legislador Eduardo Epszteyn cuestionó un spot que presentaba la historia de un hombre mayor internado en el Hogar San Martín, con el que Macri en persona quiso destacar las bondades del sistema de salud porteño. Epszteyn sostuvo que la voz en off del aviso no era la del anciano, que su historia había sido alterada con fines propagandísticos y que el hombre intentó quitarse la vida cuando supo que había sido usado para un spot. El 4 de junio, el Tribunal Superior de Justicia ordenó retirar ese aviso y toda la serie “Historias para creer”, por hacer campaña con publicidad institucional. Nada de esto figuró en los dos diarios en cuestión.

En cuanto a la falta de gas y el colapso del hospital siquiátrico Borda, Clarín encapsuló el tema en un reclamo de empleados, al que amortiguó con las desmentidas y promesas del Ejecutivo local. El 23 de abril, tras un corte de calles, publicó un pequeño artículo: “Protesta de trabajadores del Borda por falta de gas”. Un día después, volvió a cubrir el hecho, también en pocas líneas. El 26, en una breve, el diario sostuvo: “Volvería hoy el gas al Borda”. Eso no pasó, la falta del servicio duró tres meses y el diario no volvió a imprimir nada al respecto, salvo una carta de lectores. En el caso de La Nación, el 14 de julio su sitio web presentó un extenso informe, “Hospital Borda: cómo vivir sin gas durante tres meses”, con una edición que compensaba la descripción del abandono con las justificaciones del área de Salud porteña. Ese despliegue nunca llegó a la versión papel, donde el tema sólo apareció en declaraciones de campaña de los candidatos opositores al PRO. Hay que retroceder al 23 de abril, con el mencionado corte de calles frente al hospital, para ver una nota sobre la crisis del Borda en La Nación.

Otro escándalo blindado fue la causa por la extinta patota de la UCEP. Macri –que acabaría obteniendo la falta de mérito– había sido citado a indagatoria en noviembre de 2010. Ambos diarios mencionaron la novedad en su edición digital, pero le dieron casi nula difusión en papel. El 27 de ese mes, Clarín llevó el tema en un recuadrito titulado “Contra Macri”, mientras que La Nación lo consignó en una breve. El 15 de junio de 2011, el ingeniero concurrió a los tribunales. Era plena campaña electoral y podía quedar procesado. Al día siguiente, La Nación le dedicó menos de 3000 caracteres al tema y no lo llevó a tapa. Clarín, directamente no lo mencionó en su edición de papel. Sólo lo hizo en su sitio web, el mismo día de la indagatoria.

Parafraseando al propio Clarín, “la realidad se puede tapar o se puede hacer tapa”.

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