LA ARMADA CONFIRMÓ QUE NO HAY NOVEDADES DEL SUBMARINO. LA EMBARCACIÓN LLEVA YA ONCE DÍAS DESAPARECIDA. ANTEANOCHE LLEGÓ UN EQUIPO DE RESCATE DE RUSIA. EN LAS PRÓXIMAS HORAS EMPEORARÁ EL CLIMA EN LA ZONA DONDE SE REALIZAN LOS RASTRILLAJES.
El vocero de la Armada, Enrique Balbi, afirmó que siguen sin tener indicios del ARA San Juan. “Aún no hemos podido localizarlo”, dijo ayer al mediodía en una nueva conferencia de prensa que brindó en el Edificio Libertad, en la que dio cuenta de las tareas de búsqueda del submarino desaparecido hace ya diez días.
Balbi dijo que la puesta a punto del buque Sophie Ciem terminó y está listo para zarpar, “si las condiciones acompañan”. En ese barco viajarán submarinistas argentinos hacia la zona donde se concentran los rastrillajes y transportará un minisubmarino de rescate de Estados Unidos. El Sophie Ciem llegará mañana al área donde se busca al submarino perdido.
El vocero de la Armada destacó el hecho de que “se trabajó en varios turnos para hacer las modificaciones de un buque de una empresa privada” en relación a las labores contrarreloj de soldadores y amoladores para poder montar la estructura que portará el minisubmarino.
En su contacto con la prensa Balbi manifestó además que “a partir de mañana (por hoy) se modificarán las condiciones meteorológicas”, que serán “más adversas” que las de las últimas horas. Prevén olas de aproximadamente tres metros. En la zona operan siete buques de distintas nacionalidades, más dos destructores y una corbeta de la Argentina.
Respecto de la ayuda rusa, afirmó que “ayer (por antes de ayer) llegó el avión más grande del mundo”, en relación al Antonov, “con parte del equipamiento de inspección”. Se trata de material que se embarcará en la corbeta Rosales y en el Islas Malvinas. Ambos buques “se repartirán el embarque de esta tecnología de inspección visual no de rescate”. Rusia también colabora con un barco, el Yantar, que estará en la zona a comienzos del próximo mes.
Balbi especificó que el área de búsqueda “se redujo a una dimensión de entre 200 y mil metros de acuerdo a la última posición conocida”. Se trabaja con sondas y “disminuirá la eficacia del barrido por las olas” por la adversidad climática. “La zona es amplia y el medio es hostil”, agregó.
En cuanto a si los 44 tripulantes pueden estar aún con vida, dijo que “por respeto a los familiares no podemos conjeturar qué pasó” y que “el último indicio” fue la explosión registrada desde el Organismo para la Prohibición de los Ensayos Nucleares. Con todo, descartó que el ARA San Juan esté en superficie “por la cantidad de esfuerzos aéreos” en la búsqueda durante estos días. “Nos gustaría tener mejores noticias, o algún tipo de noticia que nos lleve a algo concretó”, dijo y añadió que “estamos en etapa de esperanza y desesperanza, nos debemos guiar por indicios firmes”.
Sobre el inconveniente reportado por el submarino, especificó que “el comandante informó a la base de Mar del Plata el 15 de noviembre a la madrugada”. Se dio al velocidad, posición y rumbo y habló de una “falla eléctrica en el compartimiento de baterías” por teléfono satelital, “cosa que se comprobó por la empresa que brinda el servicio”. Como el comandante consideró que “la avería estaba subsanada”, siguió rumbo a Mar del Plata, su destino final, “en forma consensuada” con la base, razón por la cual se desestimó parar en Puerto Belgrano, que quedaba más cerca.
Finalmente, negó que el ARA San Juan hubiera sido atacado, dado que "no tenemos indicios” o sufrido una explosión de armamento propio, ya que “no llevaba armamento” y que “no hemos tenido correcciones del reporte”, por eso “mantenemos” la versión de la explosión.
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