martes, 28 de noviembre de 2017

Tras una negociación, frenan el operativo de búsqueda y detención de los mapuches prófugos en Villa Mascardi

EL JUEZ FEDERAL SUBROGANTE DE BARILOCHE GUSTAVO VILLANUEVA ACEPTÓ FRENAR EL OPERATIVO DE BÚSQUEDA Y CAPTURA DE DIEZ MAPUCHES QUE ESCAPARON DEL VIOLENTO DESALOJO DEL JUEVES EN VILLA MASCARDI Y SE NIEGAN A ABANDONAR LA ZONA, EN TANTO SUBIRÁN PERITOS AL LUGAR EN EL QUE EL SÁBADO MURIÓ BALEADO RAFAEL NAHUEL.

Encabezando una comitiva junto al obispo de Bariloche, Juan José Chaparro, entre otras autoridades y representantes, Villanueva concurrió el domingo a la tarde al lugar de los hechos y tras más de cuatro horas de diálogo con representantes de la comunidad Lafken Wikul Mapu acordó detener el operativo contra los mapuches que fueron desalojados el jueves pero se escondieron en las montañas.

Fuentes de la investigación cuestionaron la decisión porque consideran que de esta forma "no hay preservación del lugar" y "se complicará recabar pruebas en la escena" donde el sábado tuvo lugar el brutal operativo represivo de la Prefectura contra los mapuches.

Incluso, las fuentes comparan la situación actual con la que tuvo lugar tras la desaparición de Santiago Maldonado, cuando el juez aceptó la postura de los mapuches de que se trataba de territorio sagrado el lugar donde se buscaba al joven tatuador desparecido el 1º de agosto, y no ingresó inmediatamente al sitio donde había sido visto por última vez, sino 15 días más tarde.

La iniciativa de la mediación y el diálogo surgió de los referentes de la APDH Natalia Araya (abogada de la comunidad desalojada) y Rubén Marigo (juez laboral local), quienes acompañaron a Villanueva, junto con la referente de la comunidad mapuche María Nahuel y representantes de Parques Nacionales.

Del grupo negociador que antes de ayer conversó con los mapuches participó el médico y concejal Ramón Chiocconi, a quien le permitieron subir hasta la montaña y atender a los dos heridos en los hechos del sábado: la soldado voluntaria del Ejército Micaela Johana Colhuan, a la que una bala le rozó un brazo, y un hombre cuya identidad no fue informada.

El domingo, un comunicado del Ejército aclaraba que Johana era soldado voluntaria y que había participado en el desalojo del 23 de noviembre, pero que luego no se presentó a trabajar y que su madre había explicado que ella "tomó una decisión y estaba escondida en la montaña" con los mapuches.

Villanueva también levantó la incomunicación que había impuesto a los detenidos Fausto Jones Huala (hermano de Facundo, lonko de la Pu Lof Resistencia Cushamen, en Chubut) y Alejandro González, apresados el sábado cuando bajaron herido a Nahuel para que recibiera atención médica.

Ambos detenidos fueron testigos presenciales de la muerte del joven mapuche y permanecen desde el sábado a la tarde en celdas de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).

La comunidad Lafken Wikul Mapu -ubicada a 30 kilómetros al sur de Bariloche- fue desalojada la mañana del jueves en un gran operativo de la Policía Federal, Prefectura y Gendarmería, que incluyó a más de 300 efectivos fuertemente armados, motos de agua y semirrígidos en el lago Mascardi, numerosos móviles y un helicóptero.

En el procedimiento ordenado por Villanueva detuvieron a cinco mujeres y cuatro menores de edad, de entre uno y 16 años, quienes fueron liberados el mismo día a las 20, y dejaron una guardia de Prefectura en el predio, que fue la que participó del procedimiento en el que murió baleado Nahuel.

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