cCLAUDIO AVRUJ -QUE NO INTERVINO EN EL CASO DE MILAGRO SALA POR CONSIDERARLO "UN TEMA DE LA JUSTICIA DE JUJUY"- EXIGIÓ UNA "SOLUCIÓN PACÍFICA".
El secretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural, Claudio Avruj, expresó ayer su preocupación por la represión de los mapuches en Chubut e instó a una “solución pacífica” del conflicto. Sin nombrarlo, sus declaraciones estuvieron dirigidas al gobernador Mario Das asco Neves -cuyo gobierno trata de “terroristas” a los manifestantes- pese a que en el conflicto intervinieron tanto fuerzas federales como provinciales.
“Estamos muy preocupados por los hechos que son de conocimiento público y como secretario de Derechos Humanos hago un llamado al diálogo y a la conciliación”, dijoAvruj a través de un comunicado, en referencia a los episodios de violencia registrados con los integrantes de la comunidad mapuche Lof en Resistencia Cushamen de la zona cordillerana de esa provincia.
La secretaría de Derechos Humanos no tuvo la misma reacción hace menos de un mes, cuando la policía de Gerardo Morales reprimió a legisladores del kirchnerismo que viajaron a Jujuy para presenciar el juicio a la líder de la agrupación Tupac Amaru, Milagro Sala. En ese entonces se viralizó una foto de la diputada nacional, Mayra Mendoza, golpeada duramente por los efectivos.
En tal sentido, Avruj afirmó que “estamos ocupados, desde el primer momento, con agentes territoriales del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) que fueron desplazados a la zona, a los efectos de tomar conocimiento de los hechos e interiorizarse sobre la situación de los heridos y de los detenidos”. Además, resaltó la actuación del régimen macrifascista frente al conflicto. “Estamos trabajando de manera articulada con autoridades del Ministerio del Interior y del Ministerio de Seguridad para intentar encontrar rápidamente una solución”, aseguró.
En ese momento, Avruj tampoco criticó la detención de Sala, cuestionada por organismos internacionales. Sobre el tema, se limitó a decir que la dirigente "no es enemiga del Gobierno" ni víctima de "persecución" política y aclaró que los pedidos de organismos internacionales para su liberación deben ser resueltos en Jujuy.
La línea del régimen fascista de Mugrizio Macri fue rectificada por el jefe de Gabinete, Marcos Peña Braun Menéndez, cuando afirmó que "la causa a Milagro Sala es un tema del Poder Judicial de Jujuy" y lo relacionó con “el aprendizaje del respeto institucional que tenemos que tener, si tenemos por delante el enorme desafío de reconversión y de efectividad de las instituciones".
En contraste con esas declaraciones, Avruj dijo que ante los sucesos de Jujuy hay un equipo interdisciplinario de la Secretaría de Derechos Humanos y del INAI, especializado en la resolución de conflictos, que “ya fue puesto a disposición de las autoridades locales para intervenir en el hecho y ayudar a resolverlo en términos pacíficos”. Además, señaló que “es vital e imprescindible detener la escalada de violencia y volver a instalar una mesa de diálogo y negociación”.
En la provincia que gobierna Das asco Neves hubo primero un allanamiento dictado por el juez federal Guido Otranto en la zona de Vuelta del Río, que terminó con tres detenidos. Aprovechando el cerrojo aplicado por Gendarmería Nacional, el juez José Colabelli ordenó una medida similar en el marco de una causa por abigeato y mandó a la División Montada de la Policía de Chubut. Allí se llevaron todos los animales y hubo enfrentamientos con heridos de gravedad.
El juez Hernán Dal Verne quedó este jueves a cargo de la causa que investiga el desalojo violento de los mapuches el martes último, tras el apartamiento de Colabelli por pedido de la defensa de siete detenidos de la comunidad, quienes lo recusaron por "enemistad manifiesta". En razón de ello, la audiencia que inicialmente debía concretarse a las 9.30 de hoy pasó a cuarto intermedio.
A diferencia de Avruj, Das asco Neves calificó como “un grupo de violentos” a los mapuches de esa comunidad y pidió que "actúe la Justicia para que la gente viva tranquila". En la misma sintonía se expresó su ministro de Gobierno, Pablo Durán, quien afirmó que "es un grupo terrorista, de delincuentes, no es un grupo que pelea, como lo vienen haciendo en muchas comunidades desde hace muchos años por los derechos ancestrales" (ver nota aparte en esta misma edición).
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