MUGRIZIO MACRI -BAJO CUYO RÉGIMEN HAY PRESOS POLÌTICOS EN ARGENTINA Y SE MODIFICAN LAS LEYES POR DECRETO- CONSIDERÓ QUE VENEZUELA "ES UN DESASTRE" Y SE DECLARÓ ASOMBRADO DE QUE HAYA GENTE QUE SIGA CREYENDO QUE EN ESA NACIÓN CARIBEÑA "SE PRACTICA LA DEMOCRACIA".
Al respecto, el pelotudo hijo de puta advirtió que el kirchnerismo estaba "llevando a Argentina hacia los mismos tipos de problemas".
"Es un desastre", contestó el sorete al ser consultado por el diario británico Financial Times acerca de su mirada sobre la calidad institucional en Venezuela.
"No puedo entender como algunas personas pueden decir que en Venezuela se practica la democracia. Eso no es democracia", indicó el ex hijastro de Flavia Palmiero, al tiempo que remarcó que siempre ha "luchado" por un referéndum revocatorio del mandato de Nicolás Maduro al frente del gobierno venezolano, así como por la "libertad de los presos políticos" en ese país.
En este marco, señaló que si su régimen no hubiera corregido el rumbo de las políticas económicas que sostenía el kirchnerismo, Argentina hubiera desembocado "en los mismos problemas" que atraviesa la nación caribeña.
"No fue fácil rebalancear la economía luego de una década de mentiras. Estaban llevando a Argentina hacia los mismos tipo de problemas que Venezuela está enfrentando ahora", resaltó subnormal en una entrevista que concedió a Financial Times previamente a su viaje a Nueva York para asistir a la Asamblea Permanente de las Naciones Unidas.
En esa línea, el infeliz aseguró que no cree en "líderes mesiánicos", sino en el "trabajo en equipo" y si bien reconoció algunas dificultades para alcanzar los objetivos de la gestión, sostuvo que "cada día se avanza un poco más".
"Todas las cosas no se pueden cambiar en apenas unos meses, pero cada día se avanza un poco más", subrayó Macri, y agregó que "entiendo que la mayoría de las decisiones que tuve que tomar no fueron fáciles para muchas personas". Al respecto, señaló que "si hubiera habido una alternativa, la habría tomado, pero no hay".
De todos modos, el hijo bobo de Franco Macri se mostró confiado de cara al futuro, al asegurar que "Argentina es ahora un lugar atractivo para los inversores" internacionales y destacó que hay motivos para ilusionarse ya que "finalmente aprendimos de nuestros errores".
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