sábado, 6 de agosto de 2016

Me parece que no me consta que sí se puede

Editorial - Por Soledad Sganga

EN MENOS DE UN MES SE PRODUJERON DOS "RUIDAZOS" CONTRA LOS TARIFAZOS. EL ÚLTIMO, EL DEL JUEVES 4 DE AGOSTO, NO PUDO SER OCULTADO NI FRENADO POR MÁS QUE LA JUSTICIA SIGA SOSTENIENDO LA NULIDAD DEL AUMENTO DE LAS TARIFAS DE LOS SERVICIOS.

Es conocido que al régimen, la gente en la calle es algo que lo incomoda. Por eso tomando en cuenta la coyuntura social y política, intentan meter presa a Hebe de Bonafini. Minutos antes de comenzar la ronda nº 1999 de las Madres de Plaza de Mayo, una posta de gendarmería y oficiales de justicia se presentan en la sede con un intento de allanamiento y una orden de detención para Hebe. 

El pueblo, mucha juventud, dando ejemplo que estos últimos años no fueron en vano, pronto se organizó y se juntó a abrazar a las madres. Evitando la detención de Hebe y defendiendo la ronda que querían manchar con su detención. Esto no deja de ser una de las ya cotidianas y semanales operaciones para desprestigiar e intentar manchar y borrar cualquier vestigio de los 12 años de kirchenerismo. 

Es cierto, los hechos lo confirman, que van a ir detrás de dirigentes sociales y políticos cada semana para ocultar y escudarse en el blindaje mediático con el que cuentan, de todas las medidas antipopulares y del desmadre que están produciendo la inacción por parte del estado y la salvaje transferencia de recursos. Para tapar una realidad que ya no se puede tapar. Todos los días escuchamos frases que no van a quedar en la historia como la de la beoda ministra de seguridad, que dijo que “vamos a golpear al narcotráfico donde más le duele: el negocio de la droga” o “banquemos abrigaditos” y la lista sigue. 

Pero por más blindaje que tengan, hay una realidad que no se puede tapar ya ni con 100 tapas de Clarín en el mismo día. El jueves intentaron tapar un ruidazo contra el tarifazo, medida con la que no dan el brazo a torcer y ya ni las empresas entienden que hacer. Intentaron tapar la gente en la calle. ¿Cómo? Queriendo meter presa a Hebe. Con una carencia absoluta de visión estratégica, aún teniendo todos los medios y herramientas políticas y judiciales a favor, no dan pie con bola. Si lo que querían era evitar que la gente saliera a la calle y a su vez minimizar la protesta, les salió al revés. 

En menos de una hora la sede de madres estaba plagada de banderas, de dirigentes y militantes abrazando y cuidando a Hebe y a las madres, como ellas nos han cuidado a nosotros por tantos años. La Plaza de Mayo llena de vida y lucha, el obelisco lleno de derechos vulnerados.

Y encima se sumaron los bocinazos de los taxistas, que, a diferencia de la primera protesta, se sumaron lo cual no solo demuestra cierto arrepentimiento y conciencia, sino también demuestra que el único que puede salvar al pueblo, es el pueblo.

 Mientras tanto el jefe de Estado como siempre cuando las papas queman se encuentra fuera del país por una cuestión de suma importancia: la inauguración de los juegos olímpicos. Más ahora que ya no existe fútbol para todos, que están cerrando los bares donde poder verlos y lo más importante; la gente se está muriendo de hambre y de frío. 

El jueves el que dijo "te la debo", fue el pueblo.



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