miércoles, 9 de diciembre de 2015

Cinco funcionarios históricos se despiden después de 12 años en la primera línea de gobierno

CUATRO DE ELLOS SON PATAGÓNICOS: ALICIA KIRCHNER, JULIO DE VIDO, CARLOS ZANNINI Y OSCAR PARRILLI, Y FUERON FUNCIONARIOS DE LOS KIRCHNER INCLUSO ANTES DE LLEGAR A LA ROSADA EN MAYO DE 2003. CARLOS TOMADA, EL ÚNICO PORTEÑO.


En el gabinete de ministros y secretarios de Estado que se despiden el próximo jueves, sólo cinco atravesaron de manera completa los tres mandatos del kirchnerismo; uno de Néstor y dos de Cristina : Alicia Kirchner, Julio De Vido, Carlos Zannini, Oscar Parrilli y Carlos Tomada.

No por casualidad cuatro de ellos son patagónicos, "pingüinos" en la jerga kirchnerista, y sólo uno porteño. Los cuatro sureños, Alicia, De Vido, Zannini y Parrilli, fueron funcionarios de los Kirchner incluso antes de llegar a la Rosada en mayo de 2003.

Alicia, hermana de Néstor y cuñada de Cristina, encabezó la política social durante los 12 años y su gestión logró reconocimiento internacional y aprobación entre la oposición. Sólo por unos meses se retiró del ministerio, entre el 10 de diciembre de 2005 y el 14 de agosto de 2006, cuando asumió una senaduría por Santa Cruz y fue remplazada por Juan Carlos Nadalich.

Los microcréditos, el tren sanitario, los Centros Integradores Comunitarios y los programas de inclusión fueron algunas de las políticas que articuló en torno a cuatro ejes: la producción, la familia, la organización y la expresión. 

El futuro político de Alicia está ahora en Santa Cruz, en donde fue electa gobernadora.

Carlos Zannini ocupó siempre el rol de consejero político y legal. En la mítica mesa de café del Hotel Santa Cruz, en la que Néstor y Cristina delineaban las grandes líneas de la gestión, una silla siempre estaba ocupada por el "Chino". Difícil encontrar en estos 12 años un funcionario que pregonara, tanto en público como en privado, una lealtad tan absoluta al liderazgo de la pareja presidencial.

Fue el responsable de adaptar al marco legal las decisiones de Estado que tomó el gobierno en sus tres mandatos. En la última etapa reconvirtió su perfil a la demanda de la etapa y salió más a la consideración pública como candidato a vicepresidente de Daniel Scioli.

Julio De Vido fue otro incondicional de los últimos dos presidentes y el gran ingeniero de la obra pública. Su obsesión fue la energía y dedicó su tiempo en el gobierno a generarla. 

Durante su gestión logró agregar al sistema eléctrico interconectado 8.000 megas. Terminó las obras en las represas Atucha II y Yacyretá; construyó 1800 kilómetros de autopista y pavimentó 4500 rutas nacionales.

Desde su cartera se implementó también el tendido de fibra óptica y el desarrollo de la Televisión Digital Abierta. Si bien atravesó situaciones familiares y personales que estuvieron a punto de obligarlo a renunciar, el arquitecto De Vido siguió en el cargo.

Oscar Parrilli siempre fue el hombre operativo de los planes de Néstor y Cristina. Como secretario General de la Presidencia, armó el inmenso parque Tecnópolis y recicló por completo la Casa Rosada, que hasta la llegada del kirchnerismo estuvo prácticamente en ruinas. 

Su pago chico es Neuquén. A principios de este año, cuando Fernández de Kirchner decidió disolver la Secretaría de Inteligencia, delegó en Parrilli la tarea de organizar la nueva estructura de inteligencia.

Fue uno de los funcionarios del elenco oficial que más incorporó a su agenda el conflicto con Clarín y fueron innumerables sus conferencias para desmentir al diario o dar precisiones sobre su área de gestión.

Carlos Tomada instituyó las negociaciones colectivas entre trabajadores y empresas, bajó el desempleo al 5,9 por ciento y creó 5,8 millones de puestos de trabajo, según cálculos de la cartera laboral.

El ministro de Trabajo se probó electoralmente en la Ciudad de Buenos Aires como precandidato a jefe de gobierno porteño y candidato a vicejefe. 

Todo hace suponer que seguirá en ese camino cuando asuma como legislador porteño del Frente para la Victoria en el próximo período.

Cuando Néstor y Cristina hablaban de sus anhelos políticos, a fines de los '90 o principios del 2000, mencionaban que necesitaban tres períodos para completar su proyecto de país. 

Muchos veían un tanto aventurado el objetivo, más aún en la Argentina tumultuosa de la época. Otros no le creían. Entre los que sí les creyeron están Tomada, Zannini, Alicia, Parrilli y De Vido.

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