La Procuración General rescindiría la semana entrante el contrato de Diego Lagomarsino -quien trabajaba en la Unidad Especial AMIA y fue quien le prestó la pistola al fiscal Alberto Nisman con la que se produjo el disparo que le quitó la vida-, a pedido del fiscal reemplazante en la fiscalía, Alberto Gentili.
Así lo sostiene Página/12 en su edición de ayer, en donde afirma que Lagomarsino se quedaría sin trabajo en la fiscalía que estaba a cargo de Nisman según fuentes de la Procuración, que también sostienen que el técnico informático ganaba la cifra de 41.000 pesos mensuales, "el contrato más alto que se registre en cualquier fiscalía del país".
Lagomarsino, con contrato desde 2008, no asistía a la fiscalía, según confirmó él mismo y también los empleados de la Unidad AMIA, y lo veía a Nisman en el edificio Le Parc, en donde vivía el fiscal, en horarios no habituales.
El técnico informático es investigado por la fiscal Viviana Fein, en particular -consigna Página/12- las empresas que figuran a su nombre así como los 30 viajes al exterior que realizó en los últimos tres años.
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