En su testimonio ante la fiscalía, Gladys Gallardo reforzó la hipótesis del regreso anticipado del fiscal y advirtió que la lista de compras se la dejó ella al fiscal y no al revés, como se había asegurado.
En su testimonio ante la fiscalía, la empleada doméstica de Alberto Nisman, Gladys Gallardo, reforzó la hipótesis del regreso anticipado del fiscal y advirtió que la lista de compras se la dejó ella al fiscal y no al revés, como lo había asegurado el ex presidente de la DAIA, Jorge Kirszenbaum.
En su declaración ante la fiscal Fein, Gallardo informó que por comunicación del propio fiscal, ella tenía las vacaciones previstas hasta el día 23 de enero, día en que regresaría el propio Nisman.
Sin embargo, la empleada debió interrumpir sus vacaciones, tras el llamado de una de las secretarias del fiscal el día 6 de enero, que le informó que se debería reincorporar anticipadamente a causa del regreso anticipado de Nisman, cosa que confirmó vía WhatsApp con el propio fiscal.
De este modo, lo declarado por Gallardo en sede judicial, coincide con el testimonio del cronista del diario del Perfil, Fernando Oz, quien la semana pasada aseguró que el día 10 de enero Nisman le dijo dijo a través de WhatsApp que “hasta el 23 de enero no vuelvo”, poniendo en claro que el retorno del fiscal de sus vacaciones familiares en Europa se trató de un hecho precipitado y no pautado.
Por otra parte, respecto de la nota que se hizo pública, de una lista de compras a realizar en el supermercado, la empleada doméstica aclaró que quien escribió la nota con cosas que necesitaba del supermercado, fue ella y no al revés, como lo había asegurado el ex presidente de la DAIA Jorge Kirszenbaum.
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