martes, 30 de mayo de 2017

Un supuesto intento de atentado contra Macri desnudó una interna entre Casa Militar y la custodia presidencial

EL INCIDENTE DURANTE EL TEDEUM DEL 25 DE MAYO PROVOCÓ INQUIETUD EN EL RÉGIMEN MACRIFASCISTA. MILITARES Y POLICÍAS TIENEN A CARGO LA SEGURIDAD DEL PRIMER MANDATARIO. ADVIERTEN SOBRE LOS RIESGOS DE LA BICEFALÍA Y RECLAMAN UNIFICAR EL SERVICIO.

Cuando el jueves por la noche una denuncia periodística aseguró con temeridad que Mugrizio Macri estaba "bajo amenaza de muerte por narcos" y que se había llevado a cabo un supuesto operativo para detener a un sospechoso en el Tedeum celebrado en la Catedral Metropolitana esa misma mañana, en la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y el Ministerio de Seguridad sabían que tendrían por delante una madrugada complicada. 

La información tenía inexactitudes evidentes (no hubo ninguna organización narco detrás de la presunta intimidación al mandatario) y algunos datos perfectamente corroborables: sí existió alerta por un posible ataque dentro o fuera del principal templo católico porteño, que motivó una reacción efectiva y eficiente de los organismos a cargo de la seguridad presidencial.

Si bien hubo preocupación por la filtración informativa que motivó las consultas hasta altas horas de la madrugada, el caso no pasó a mayores. Sin embargo puso en evidencia los problemas existentes entre los diferentes estamentos a cargo de proteger al ex hijastro de Flavia Palmiero ante cualquier amenaza o ataque que ponga en peligro su vida.

"El gran problema es la inexistencia de una fuerza unificada a cargo de proteger al Presidente, lo que dificulta las tareas de coordinación", explica una fuente gubernamental. La historia se remonta a los días posteriores a la asunción de Macri, en diciembre de 2015. Antes de jubilarse, el jefe de la Federal, Román Di Santo, puso al frente de la Seguridad Presidencial al comisario mayor Alejandro Cecati, un hombre experimentado en la materia y con el entrenamiento adecuado para la misión. 

Los conflictos se agudizaron luego de los incidentes ocurridos a mediados del año pasado en Mar del Plata, donde un grupo de manifestantes insultó y arrojó piedras contra el idiota confeso y la gobernadora fascista bonaerense, María Eugenia Vidal. El incidente provocó cuestionamientos y todas las miradas se posaron sobre Cecati. Luego del correspondiente pase de facturas, el policía asumió la parte que le tocaba en el "descuido" y su actitud le otorgó una nueva oportunidad. Desde entonces, vaya donde vaya el subnormal, allí va Cecati con su equipo de experimentados hombres.

El rol de Casa Militar

Por decreto presidencial, la Casa Militar es "la responsable primaria" de la seguridad del presidente de la Nación. Con base en la Casa Rosada, es conducida por un oficial superior de las Fuerzas Armadas, cuyo cargo es rotativo cada dos años y, como dice el decreto, "debe proveer la seguridad del Presidente, de sus familiares directos, como también de la Casa de Gobierno, la residencia presidencial de Olivos y otros lugares de residencia transitoria que disponga el Jefe del Estado".

Queda claro, entonces, que la conducción del proceso de custodia de la persona institucionalmente más importante de la Argentina es bicéfala. Y, por lo visto, la coordinación entre ambas cabezas no funciona de la mejor manera. 

Un funcionario con acceso al círculo íntimo Macri graficó la paradójica bicefalía con un ejemplo: "Casa Militar vela por la seguridad en Olivos; cuando Macri se sube al auto o al helicóptero para trasladarse a la Rosada, su cuidado queda en manos de la custodia de la Federal; y cuando llega a la Casa de Gobierno, vuelve a tomar el control la dependencia a cargo del general de brigada José Luis Yofre", quien hasta su arribo a la estratégica dependencia, era director de Remonta y Veterinaria del Ejército y presidía la Asociación Argentina de Fomento Equino. Sus antecedentes no lo favorecen.

"Lo ideal sería ir a un esquema donde exista un Servicio Secreto -como en los Estados Unidos- a cargo del proceso integral de seguridad presidencial y que esté integrado por fuerzas de seguridad, sin estatus policial, es decir que bajo ninguna circunstancia abandone su misión principal: preservar la vida del mandatario", sostuvo la fuente, que antes de finalizar, destacó la importancia de dotar a este equipo de "la mayor tecnología y equipamiento". No todas las hipótesis de atentado tendrán como protagonista a un inofensivo francés, amante de los coros, que quería cantar en la Catedral Metropolitana.

Fuente: nota de Mauro Federico para Ámbito.com

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