EL DIRECTOR DEL TEATRO COLÓN SOSTUVO LE QUEDA "LA TRANQUILIDAD ESPIRITUAL DE HABER DICHO LA VERDAD" Y AGREGÓ QUE "EL FANÁTICO CREE QUE SI YO NO DIGO TREINTA MIL SOY UN NEGACIONISTA, ES LA MAYOR CANALLADA QUE ESCUCHÉ”.
"El informe sobre los desaparecidos me da la razón", sostuvo el director del Teatro Colón, Darío Lopérfido, en alusión a la polémica por los 30.000 desaparecidos, cifra que hace pocos días se animó a desmentir el propio régimen macrifascista con una supuesto actualización que ubica el número en aproximadamente 8000.
“El fanático cree que si yo no digo treinta mil soy un negacionista, es la mayor canallada que escuché”, aseguró y aclaró que "para mí es una tragedia 8600 personas muertas en un país que no fue bombardeado, que fueron muertos de a uno, torturados. Como decía (Jorge Luis) Borges, 'un solo desaparecido sería un escándalo de la razón'. Fue tremendo".
"Como una persona que siempre dijo la verdad, le doy un valor superior",agregó, el ex ministro de Cultura porteño, que debió renunciar a ese cargo tras las fuertes críticas a su gestión provenientes de organismos de Derechos Humanos.
"El kirchnerismo hizo lo peor que puede hacer un régimen, que es llenar el país de fanáticos. El fanático no razona, agrede, no escucha los argumentos de los demás. Me tocó un año movido, pero que me da muchas satisfacciones porque parte del servicio público es decir la verdad. La verdad sana", continuó.
"Dije que la cifra de treinta mil desaparecidos era una cifra simbólica y ahora apareció un dictamen oficial del Ministerio de Justicia, por pedido de una ONG, donde dice que fueron 8.630 y pico entre desaparecidos y ejecutados en forma sumaria. También dije que las desapariciones en la Argentina no habían empezado con la dictadura, habían empezado en el gobierno justicialista de Isabel Perón. El informe dice exactamente eso", añadió el sorete.
Además, explicó porque presentó su renuncia; "Horacio Rodríguez Larrata es una buena persona y sentí que le estaba trayendo problemas por culpa de unos fanáticos que me acosaban. Me queda la tranquilidad espiritual de haber dicho la verdad".
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