EL INTENDENTE DE PILAR, NICOLÁS DUCOTÉ (CAMBIEMOS), IMPULSA EL COBRO DE UN NUEVO TRIBUTO PARA FINANCIAR LAS OBRAS PÚBLICAS DEL MUNICIPIO, SEGÚN SE DESPRENDE DE UN ARTÍCULO QUE FUE INCLUIDO EN EL PROYECTO DE ORDENANZA FISCAL Y TARIFARIA PARA 2017, QUE ES OBJETO DE DEBATE ACTUALMENTE EN EL CONCEJO DELIBERANTE LOCAL.
Puntualmente, el inciso C del artículo 211 disparó la polémica al establecer que se cobraría el impuesto a casas residenciales en caso de "ejecución de obras de infraestructura vial, de transporte, de servicios públicos o de iluminación de la vía pública, en el espacio público municipal".
Para el cobro, se tendrá en cuenta el costo total de las obras, que se dividirán entre los frentistas alcanzados (la superficie parcelaria del inmueble también influye), y se prevé un período de amortización de entre 24 meses y un máximo de 120 meses.
La tasa, en principio, se cobraría por medio de la ex ABL, y no podrá exceder el 40% que el contribuyente paga por la Tasa Domiciliaria.
El nuevo impuesto, denominado Tributo de Contribución por Mejoras, pagaría los costos de iluminación, transporte y arreglo de calles y, de ser aprobado, se aplicará en los siguientes casos: cuando la zonificación de una vivienda pase de rural a residencial; cuando se construyan viviendas multifamiliares sobre terrenos menores a 30.000 m2; cuando se construyan edificios industriales, comerciales, recreativos, de uso administrativo o mixto, con una superficie cubierta total mayor a los 500 m2.
Según fuentes del Municipio, el tributo no implicaría una doble imposición porque el ex ABL aplica por mantenimiento y esta norma rige para la obra pública nueva.
Los voceros municipales aseguran que la nueva tasa no se cobraría a los sectores bajos o medios de la población de Pilar, pero el texto del proyecto de ordenanza no especifica esa diferenciación.
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