martes, 19 de abril de 2016

El régimen se opone a la ley de la oposición y los sindicatos para frenar los despidos

SE TRATARÁ MAÑANA Y PARA EL OFICIALISMO ES INADECUADA, PORQUE NO CREE QUE HAYA UNA SITUACIÓN LÍMITE.

El régimen macrifascista no apoyará la ley de emergencia laboral que comenzará a tratarse mañana en Diputados, porque no cree que exista una ola de despidos generalizada como denuncia la oposición. 

Con ese diagnóstico, los asesores de la Comisión de Legislación Laboral detallan por estas horas un proyecto para prohibir los despidos, que sería retroactivo al 1 de marzo y se extendería por seis meses o un año.

La idea surgió en la reunión constitutiva de la Comisión, al día siguiente del encuentro de todas las centrales obreras, que luego fueron a Diputados a reunirse con la oposición y exigir la urgente emergencia ocupacional. 

Con minoría en la Comisión de Legislación Laboral, la alianza de derecha Cambiemos no pudo frenar la embestida pero hasta ahora está dispuesto a oponerse. 

“No creemos que estén dadas las condiciones para prohibir los despidos. No se hizo ni siquiera en 2002, cuando la desocupación era récord y se apeló a la doble indemnización”, anticipó el diputado del PRO Daniel Lipovetzky, miembro de la Comisión de trabajo.

“El borrador que tenemos permite a un trabajador despedido cuestionar y ser reincorporado. La situación no requiere algo así. Alcanza con medidas para generar empleo”, propuso Lipovetzky, que habla a diario con el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, quien también rechazó esta medida.

“No creo que haya una ola de despidos. Hubo sectores con más nivel de tensión, como la construcción, producto de que no se pagaba obra pública desde agosto del año pasado y han generado despidos. Pero no es una ola generalizada", minimizó el ministro.

La oposición tiene otra evaluación y la hará saber en el proyecto, que de tener el respaldo de todo el arco no oficialista pasaría sin problemas por el recinto. Emilio Monzó debería evitar incluirlo en un orden del día.

“La idea es restringir los despidos a una situación ‘agravada’, o sea, que deban explicar realmente una merma de la actividad y a su vez pagar una doble indemnización”, describió el diputado del Bloque Justicialista Alberto Roberti, presidente de la Comisión de Legislación Laboral.

Según el sindicalista petrolero, en estos meses los empresarios echaron empleados con la excusas de una menor actividad económica y pagaron la indemnización sin problemas.

El mismo escenario planteó Antonio Caló, titular de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), cuando lo invitaron al Senado a exponer sobre el pago a los fondos buitres. “Indemnizar es barato en dólares. Están achicando los plantillas con despidos”, advirtió ese día.

Pero el régimen no reconoce más despidos que los del Estado o la construcción, con la certeza de que una pronta reactivación mejorará las cosas.

“En diciembre la desocupación era de 7% y en estos meses sólo subió unas décimas. Según la última ley laboral que prorrogó la emergencia de 2002, la doble indemnización sólo se aplica si llega a 10”, recordó Lipovetzky.

La diferencia es sustancial: un punto de desempleo son 100 mil puestos de trabajo menos y en ese cruce de cifras aparece la controversia por el subsidio al desempleo, que Triaca subió de 400 pesos a 3000.

El monto sigue siendo simbólico, porque está lejos de permitirle a un desempleado cubrir la canasta básica de alimentos. El tema es saber cuántos hay realmente. Y cómo se evita que haya más.

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