lunes, 15 de febrero de 2016

En una multitudinaria misa en Ecatepec, Francisco criticó la "sociedad de pocos y para pocos"

EL PAPA FRANCISCO CONTINUÓ AYER CON SU ACTIVIDAD EN MÉXICO Y ENCABEZÓ UNA MISA ANTE 300.000 PERSONAS EN ECATEPEC, EL SEGUNDO DISTRITO MÁS POBLADO DEL PAÍS Y UNO DE LOS QUE CUENTA CON LOS MAYORES NIVELES DE MARGINACIÓN Y VIOLENCIA. "SABEMOS LO QUE SIGNIFICA SER SEDUCIDOS POR EL DINERO, LA FAMA Y EL PODER", DIJO EL PONTÍFICE.

En el primer domingo de Cuaresma, Francisco celebró misa al aire libre en un gran predio del Centro de Estudios de Ecatepec, el segundo distrito más poblado de México con 1,7 millones de habitantes. 

Ecatepec está inmerso en la inseguridad cotidiana y ha sufrido numerosos asesinatos de mujeres. Sus habitantes sufren un calvario cotidiano de varias horas para trasladarse a trabajar a la capital.

Bajo un fuerte sol, que obligó a la gente a taparse la cabeza con lo que tuviera a mano, el Papa llamó a recuperar la alegría y la esperanza y a sacarse "las ropas del cansancio, de la apatía, de la desconfianza".

"Cuaresma: tiempo para ajustar los sentidos, abrir los ojos frente a tantas injusticias que atentan directamente contra el sueño y el proyecto de Dios", dijo el pontífice, en la segunda jornada de su visita de cinco días a México.

Una gran imagen de la virgen de Guadalupe fue colocada en el escenario donde estaba el altar para la misa más multitudinaria de las que celebrará en México, circundado por cerros. El Pontífice utilizó la vestimenta litúrgica morada propia del tiempo cuaresmal. 

En su homilía pidió "desenmascarar" las tentaciones de la riqueza, la vanidad y el orgullo y advirtió que la riqueza conseguida adueñándose de los bienes de todos o en base del sudor del otro "es el pan con sabor a dolor, amargura, a sufrimiento".

Francisco comenzó su jornada saludando a miles de personas que se habían reunido en Ciudad de México frente a la nunciatura apostólica desde primeras horas de la mañana. Después se trasladó en papamóvil hasta el campo militar Marte, desde donde salió en helicóptero a Ecatepec, situado unos 20 kilómetros del centro de la capital. Ahí hizo también un recorrido extenso en papamóvil mientras miles de personas lo saludaban, y pasó junto a unos coloridos murales pintados en las paredes de un distrito donde predominan las casas de cemento gris y el polvo.

La agenda del jefe de la Iglesia católica se completó ayer con una visita a un hospital de niños en Ciudad de México. Hoy viajará a San Cristóbal de las Casas y Tuxtla Gutiérrez en Chiapas, para reunirse con indígenas.

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