El caso de la dirigente de la American Task Force Argentina (ATFA), Nancy Soderberg, denunciado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por trabajar para el gobierno de Estados Unidos y a la vez ejercer presión de lobby contra la Argentina, es tan sólo un ejemplo de una larga lista de funcionarios estadounidenses que ejercen esa doble función.
El titular del fondo buitre Elliott Management, Paul Singer, ha invertido una gran cantidad de recursos para ejercer presión y mantener sus influencias no sólo en el Congreso norteamericano sino también en la Casa Blanca, los Departamentos de Estado, del Tesoro y la Justicia.
Singer ha contratado directa o indirectamente a un ejército de lobbystas que ha costado 1.830.000 de dólares en 2014 y 8.420.000 en lo que va del conflicto con la Argentina, en base a datos del Congreso de los Estados Unidos.
Esa lista la integran, entre otros, Robert Shapiro, Brian Gunderson, Robert Raben, Connie Mack IV, Gene De Santis, John Scofield, Jeffrey Schockey y Mike Ference.
Shapiro, además de ser otro director de ATFA, también tiene múltiples interacciones con el sector público estadounidense. Cumplió funciones como principal asesor económico en las campañas de Bill Clinton, Al Gore y John Kerry y fue vicesecretario de Comercio para los Asuntos Económicos, encargándose de todas las áreas estadísticas del gobierno.
En tanto Gunderson fue jefe de staff entre 2005 y 2009 en el Departamento de Estado designado por la entonces jefa del Departamento Condoleeza Rice y ahora como titular de su empresa GPC Associates cobró directamente de Elliot Management 120.000 dólares solo este año.
Raben, conocido como "el asesor de Obama de los derechos gays”, cobró de la ATFA 280.000 dólares en 2014, mientras que el ex diputado republicano Connie Mack IV se sumó a la compañía Liberty Partners Group, cobrando por sus servicios 240.000 dólares este año.
De Santis, quien reporta directamente también Elliot, tiene más de 30 años en experiencias legislativas y ha cobrado 30.000 dólares en lo que va del año.
Finalmente, la American Task Force Argentina destinó 100.000 dólares más para un grupo de lobby llamado Shockey Scofield Solutions, integrado por John Cofield, Jeffrey Shockey y Mike Ference, todos con reciente actividad en la banca republicana del Congreso.
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