Según una encuesta de ibarómetro, más de la mitad de los consultados en el área metropolitana respalda las medidas del gobierno para pesificar las transacciones.
Las cacerolas de la clase media alta libertaria porteña emergieron una vez más de las alacenas en las últimas semanas para rechazar las medidas que comenzó a aplicar el gobierno nacional con el objetivo de iniciar un proceso de pesificación de la economía argentina.
El repudio transformado en ruido a lata tiene entre sus principales sostenes el malestar de los sectores más acomodados de la Ciudad de Buenos Aires por las restricciones que aplicó el Estado para la adquisición de divisa extranjera; medidas que podrían ampliarse si avanzan en el Congreso los distintos proyectos para pesificar las transacciones económicas vinculadas a la compra-venta de viviendas o los alquileres.
Sin embargo, la encuesta realizada por la consultora Ibarómetro, indica que casi el 85% de los encuestados considera positivo empezar a pensar en pesos la economía nacional.
Pero la encuesta no es confiable porque se realizó por teléfono y mucha señora paqueta de Recoleta y Barrio Norte estaba cacerleando justo cuando entró el llamado.
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