EL SENADOR ÁNGEL ROZAS ENCARGÓ UN ESTUDIO QUE ADVIERTE QUE “SE NECESITA INCORPORAR POLÍTICA A LA GESTIÓN ECONÓMICA”.
Los senadores oficialistas se sorprendieron esta semana cuando a sus despachos llegó un informe encargado por los radicales, aliados al régimen, en el que se cuestiona la estrategia económica y se critica con dureza a la política comunicacional del jefe de Gabinete, Marcos Peña.
El informe lo encargó el senador radical Ángel Rozas y lleva la firma del economista Jorge Pazzi, profesor de la Universidad Nacional del Sur, de Bahía Blanca.
“En materia económica, se necesita incorporar la política”, es el título del informe de Pazzi que desglosa las medidas llevadas adelante hasta el momento por el régimen macrifascista.
En primer lugar, el informe cuestiona la estrategia que adoptó el régimen para esconder las malas noticias. “El gobierno se empeño inicialmente en no dar ninguna mala noticia económica, según sugirió el principal asesor político presidencial y acataron la mayoría de los máximos funcionarios, y es reacio aún a hacer explícitas las dificultades que se deben atravesar”, advierte el informe en relación a la utópica estrategia de dar buenas noticias en medio un ajuste.
“Es inevitable luego, cuando se toman medidas, que se produzca una inconsistencia entre las expectativas positivas de algunos sectores y las consecuencias distributivas desfavorables que la modificación del tipo de cambio y la actualización de las tarifas domiciliarias genera en esos mismos sectores”, explica el documento.
En otro punto del informe, Pazzi cuestiona una vez más de manera directa a Peña al señalar que “el gobierno no logró consolidar la presentación” de los “hechos positivos” y se “mantiene la percepción de un descontento que se extiende a varios sectores” pese a que “el impacto inflacionario y el efecto sobre el nivel de actividad iniciales fueron menores a la devaluación del kirchnerismo a principios de 2014” y que “la resolución del conflicto con los holdouts” abrió la posibilidad “de atenuar los efectos” del ajuste. “Hay culpas ajenas, pero también propias”, señala el informe.
Críticas a Prat el Gay
Pero el jefe de Gabinete no es el único apuntado en el informe. Pazzi también da a entender que el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat el Gay, se durmió en los laureles tras “el modo exitoso por el cual pudo ser abandonado el cepo cambiario”.
“Es posible que un cierto sentimiento de autocomplacencia se haya instalado allí; de ahí a minimizar los rasgos negativos de la política en marcha y sobrevalorar los instrumentos utilizados, hay un trecho corto”, advierte el texto.
Acto seguido, Pazzi cuestiona el reiterado intento que hace el régimeno por depositar todas las expectativas de un repunte en el segundo semestre y descree del éxito que tendrá para bajar la inflación: “El Gobierno machaca insistentemente en que una mejora será inexorable a partir de la segunda mitad del año y apunta, para ello, a una fuerte caída de la tasa de inflación para entonces”.
El economista pone el foco en las dos cosas en las que confía el equipo económico para bajar la inflación: el ingreso de capitales y una política monetaria restrictiva. Respecto del primer punto, asegura que “no es claro que la ‘lluvia de dólares’ sea inminente”.
“Seguramente vendrán, pero el cuándo es relevante dadas las necesidades políticas del gobierno, entre las cuales la creación de empelo es ciertamente de las primeras”, asegura.
Respecto de la política monetaria, que “parece estar en el centro de las disputas en el interior del equipo económico”, el informe indica que “hoy exhibe características claramente restrictivas, con tasas de interés muy altas”. Asimismo, recuerda que en Argentina eso suele tener efectos “severos” en el nivel de actividad, es decir, recesión.
En este punto agrega que la “inercia inflacionaria” es evidente luego de las paritarias y advierte que “no se ha podido convencer a aquellos sectores más perjudicados por la devaluación inicial que la situación es transitoria, y que vale la pena el sacrifico de aceptar correcciones de salarios que contemplen la inflación futura que planea el Gobierno”.
La conclusión de Pazzi es que el régimen “ha sido demasiado ambicioso en sus objetivos” al intentar lograr en simultáneo “una corrección de precios relativos, una baja en la inflación y reiniciar el crecimiento”, contando como únicos instrumentos la actual política monetaria y el supuesto ingreso de capitales.
En ese sentido, aclara que es posible una salida si se agrega una política de ingresos consistente en “sentar a la mesa a trabajadores y empresarios” y asegura que “para eso está la política”, en una clara alusión al “Pacto del Bicentenario” que proponía el senador Miguel Pichetto con el visto bueno de Gabriela Michetti. Ese pacto fue dinamitado por el propio Peña, que el pasado lunes debió recibir junto a Macri a los empresarios en el Salón Blanco de la Rosada y luego a los sindicalistas en el Salón de los Científicos. Nunca se cruzaron.
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