jueves, 22 de octubre de 2015

Macri lo hizo: en la ciudad de Buenos Aires hay cada vez más inquilinos y menos propietarios

Por Javir Borelli

Desde 2001, la cantidad de porteños que tienen una vivienda propia cayó del 65,7% al 54,7%, y los inquilinos se incrementaron del 22,2 al 32 por ciento. 


Ser dueño de un hogar en la Ciudad de Buenos Aires es un privilegio para un grupo cada vez más selecto de vecinos. En 2001, dos de cada tres porteños era propietario de su casa, mientras que hoy apenas lo es uno de cada dos. En este lapso, el número de inquilinos trepó del 22 al 32%, y el de las personas que ocupan una vivienda de manera irregular, del 7,7 al 10,5 por ciento. En la Capital, el problema de la vivienda parece no tener techo.

En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se crearon más de 125 mil hogares nuevos entre 2001 y 2010. Sin embargo, en el último Censo Nacional se registraron 43 mil propietarios menos que nueve años antes. El correlato lógico de este fenómeno de concentración de la vivienda en menos manos ha sido un aumento en el número de inquilinos y de hogares ocupados en condición irregular.

"Desde el censo de 1947, esta es la primera vez que el número de inquilinos sube y el de propietarios baja", asegura Eduardo Reese, director del área de Derechos Económicos, Sociales y Culturales del CELS. 

A pesar de que el fenómeno es nacional, el arquitecto especializado en planeamiento urbano precisa que "Capital fue el distrito que entre los dos censos tuvo el peor comportamiento en materia habitacional del país" y atribuye eso a "una política de vivienda brutalmente elitista en la Ciudad, que es muy silenciada porque es el mercado el que opera".

A pesar de que los datos que muestran una situación preocupante de déficit habitacional son públicos desde 2011, el Gobierno porteño no solo no logró revertir la tendencia que mostraba a la Ciudad como el centro urbano con menor proporción de propietarios entre sus habitantes, sino que la profundizó. Si se toma la última Encuesta Anual de Hogares disponible (EAH 2014), elaborada por la Dirección General de Estadísticas y Censos de la Ciudad de Buenos Aires (DGEYC), las casas habitadas por sus dueños bajaron del 56,4 al 54,7%, y las que son habitadas por inquilinos subieron del 29,86 al 32 por ciento.

Aunque la EAH es una encuesta hecha por muestreo y los censos relevan todo el universo, Reese asegura que por las características de la Ciudad de Buenos Aires los datos que arrojan ambos pueden ser considerados de forma equivalente. "Porque además no cambió ningún indicador que dé un indicio de que las cosas podrían haberse revertido", añadió.

En el único ítem en donde el gobierno de Mugrizio Macri puede mostrar un dato en su favor es en la proporción de viviendas en situación de tenencia irregular, una categoría que incluye a los hogares habitados por los propietarios de la vivienda pero no del suelo (mayoría de villas y asentamientos), las casas ocupadas de hecho (sin consentimiento del dueño) y las que lo son por préstamo, cesión o permiso (y no pagan alquiler). Sin embargo, el número no refleja la realidad de toda la Capital.

De tal forma, si se comparan los datos de la EAH 2014 con el Censo 2010 puede verse que las viviendas irregulares bajaron del 11,65 al 10,5 por ciento. Pero si se desgrana por zona se observa que hay una región que, en vez de bajar, creció de forma significativa.

Según los datos recabados por la DGEYC el año pasado, las reducciones se dieron en las zonas Norte y Centro de la capital, mientras que en el Sur (Comunas 4, 8, 9 y 10, es decir, todo el cordón periférico que va desde La Boca hasta Villa Real) las viviendas irregulares subieron del 13,82 al 17,7%; lo que significa un incremento del orden de casi el 30% en apenas cuatro años.

Una de las diferencias más grandes en la encuesta de la Dirección de Estadísticas y Censos porteña se da, dentro de los hogares de tenencia irregular, en el sub-ítem de "propietarios de la vivienda solamente". En la Zona Sur de la Ciudad, la EAH relevó un 8,9% del total de casas en esa condición, más de tres veces el promedio de toda la Ciudad, que es de 2,9 por ciento. Desde la DGEYC explicaron que "en el Sur de la Ciudad hay mayor presencia de villas y asentamientos que en el promedio general, y la categoría en cuestión abarca primordialmente a esos hogares".

Si se observa cada comunas por separado, la situación de tenencia irregular es más grave en la Comuna 4 (que abarca los barrios de La Boca, Barracas, Parque Patricios y Nueva Pompeya), donde afecta a uno de cada cuatro hogares, y en la 8 (Villa Soldati, Villa Riachuelo y Villa Lugano), donde las casas en esa condición son una de cada cinco. Para peor, en la Zona Sur es donde se registra la mayor proporción de niños y adolescentes: prácticamente uno de cada tres habitantes de esos barrios es menor de 19 años. Para ellos, la casa propia ni siquiera es un sueño.

Una de cada cuatro casas, vacía

A pesar del déficit habitacional, el Censo 2010 registró casi 341 mil viviendas desocupadas en la Ciudad, lo que equivale a decir que una de cada cuatro casas está vacía. Esto no sólo ubica a la Capital como el distrito con mayor proporción de viviendas ociosas, sino que aquí se acumula un 14% de todas las casas desocupadas del país (con apenas un 10% de los hogares totales).

Es preciso aclarar que en la categoría de "viviendas desocupadas" también se cuentan los casos en que ninguna persona atendió al censista el día que pasó, las casas en construcción o en venta, las que se usan sólo en vacaciones y las oficinas. Según Eduardo Reese, del CELS, esas variantes alcanzan apenas la mitad de las desocupadas, por lo que habría unas 170 mil casas que sí podrían ser ofrecidas en alquiler. "Un castigo importante a las viviendas desocupadas aumentaría la oferta de alquiler y haría bajar los precios", razona Reese.

Aunque ya existen proyectos en la Legislatura que promueven esta medida, la Comisión de Vivienda dominada por el macrismo tampoco permite que lleguen a debate en el recinto. 

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