La Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (CEPAL) reconoció que la mejora de este indicador en la Argentina, Brasil, Chile y Uruguay se tradujeo en una caída de la desigualdad sin afectar negativamente los niveles de empleo.
La Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (CEPAL) reconoció que la mejora de los salarios mínimos en la Argentina, Brasil, Chile y Uruguay se tradujeron en una caída de la desigualdad sin afectar negativamente los niveles de empleo.
El organismo afirmó que “las alzas graduales en el salario mínimo contribuyen a reducir la desigualdad y no tienen efectos adversos significativos en el empleo agregado”.
En la República Argentina, entre 2002 y 2014, el nivel de salario mínimo se elevó un 1.700%, actualmente ubicado en los $ 3.600 mensuales. En contraste, con el estancamiento que entre 1993 y 2003, experimentó ese instituto al mantenerse inalterado en 200 pesos.
En el marco del encuentro de la CEPAL, llevado a cabo la semana pasada en México, la Secretaria Ejecutiva, Alicia Bárcena, resaltó el "enorme potencial que la política de salarios mínimos tiene para mejorar el ingreso de los menos favorecidos, promover la igualdad y fortalecer la demanda interna".
Asimismo, reconoció que “estudios de la CEPAL sobre Argentina, Brasil, Chile y Uruguay indican que la mejora del salario mínimo se ha traducido en una caída de la desigualdad, sin afectar negativamente el empleo. Esto ha tenido lugar en un contexto de crecimiento del empleo y de fuerte formalización laboral”.
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