lunes, 25 de febrero de 2013

Economistas elogian las políticas oficiales contra la fuga de capitales

La drástica reducción operada en la fuga de capitales al exterior a lo largo del 2012 se debió a las políticas del gobierno nacional para sostener el crecimiento sin ceder a las presiones devaluatorias, coincidieron economistas y financistas.
 
“Creo que el gobierno nacional ha tomado diversas medidas para sostener el crecimiento en un escenario internacional muy adverso por la crisis global y, en ese contexto, el mantenimiento de un superávit externo es vital para mantener los equilibrios macroeconómicos”, dijo el presidente de la Comisión Nacional de Valores (CNV), Alejandro Vanoli.
 
En declaraciones a Télam, Vanoli sostuvo que “Argentina tuvo un superávit récord en 2012 y pudo reducir la salida de divisas a 3.400 millones frente a los 21.500 millones de 2011 a partir de la administración del comercio internacional y de las distintas medidas de controles financieros”.
 
“En ese contexto, agregaría que la CNV junto al Banco Central han mantenido distintos controles prudenciales que evitaron y prácticamente eliminaron el uso del mercado de capitales para fugar divisas a través del mecanismo del 'contado con liquidación'”, dijo el titular de la CNV.
 
En la misma línea, el economista y actual miembro del directorio de YPF, Héctor Valle, precisó que el inicio de la declinación de la fuga de capitales comenzó “cuando se tomó la decisión de terminar virtualmente con el atesoramiento en dólares, limitar el acceso para el turismo y restringir la operatoria para la actividad inmobiliaria”.
 
“Estas medidas estuvieron determinadas en una importante corrida contra el peso iniciada en octubre de 2011, una de cuyas formas era la fuga de capitales”, dijo.
 
“El resultado ha sido exitoso porque se ha reducido a 3.400 millones de dólares la salida de capitales en 2012, al tiempo que han aumentado los depósitos a plazo fijo”, señaló Valle al comentar los datos surgidos del Balance Cambiario trimestral que publicó el pasado jueves el Banco Central.
 
Sin embargo, el economista indicó que “este éxito no supone ignorar el efecto negativo que estas medidas han tenido sobre la actividad inmobiliaria y la mayor atracción hacia el mercado negro de divisas, aunque éste último es una parte minoritaria del mercado local”.
 
A su juicio, “Argentina perfeccionará estas medidas con una mayor sintonía fina y correcciones, pero sin abandonar la política de administración cambiaria y buscando soluciones fiscales y no devaluatorias para un tipo de cambio que hoy no es competitivo para Pymes y algunas economías del interior”.
 
Desde este punto de vista, Valle criticó los planteos de desdoblar el mercado de cambios y a quienes “sostienen que se debe acercar la cotización del dólar a la del mercado negro, que sería una forma de alentar la especulación, algo irracional en un momento de buenos precios para nuestras exportaciones”.
 
Por su parte, el economista de la Gran Makro, Alejandro Robba, explicó a Télam que “después de la corrida de octubre de 2011, el Gobierno nacional, en lugar de ceder a las presiones devaluatorias o de endeudamiento externo que proponía el establishment, optó por el control cambiario con el resultado positivo que hoy observamos de una caída de la fuga de capitales del 82% en 2012”.
 
“En un año con una crisis internacional pronunciada, caída del comercio internacional, fuertes compromisos externos y una cosecha floja, era importante cuidar las reservas y destinarlas estratégicamente a cuidar el trabajo argentino y el nivel de actividad”, sostuvo.
 
Agregó que “aún pagando el costo político por el reacomodamiento de los actores económicos a las nuevas reglas y por la opción naturalizada de la dolarización de excedentes, se prefirió apuntalar el modelo a largo plazo y avanzar hacia un segundo y desafiante objetivo que es el de pesificar la economía y devolverle a la moneda nacional su función de reserva de valor”.
 
Para Robba, quien coordina la carrera de Economía de la Universidad Nacional de Moreno, “es importante continuar con esta política y profundizarla, con la creación de nuevos instrumentos de ahorro en pesos que complementen a los depósitos a plazo fijos y que se apoyen en la reforma del mercado de capitales que hoy reglamenta la Comisión Nacional de Valores, con la finalidad de estimular el financiamiento productivo”.
 
Si lo quieren entender, bien. Y si no, que sigan caceroleando.

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