Ariel Lijo tiene gustos caros. Los caballos de carrera son acaso el más llamativo de ellos. Junto a su hermano Alfredo es propietario de uno. Lujos y excentricidades del juez de la causa Ciccone.
"Emmanuel". Así se llama el caballo de carrera de los hermanos Lijo.
En las últimas semanas, y a pesar de no estar en los planes de nadie, se quedó con el premio aniversario del Club Gimnasia y esgrima, en La Plata.
Con la victoria de su caballo, los hermanos ganaron más de 60 mil pesos, apenas unos días después de que el cuestionado juez le tomara declaración indagatoria al vicepresidente Amado Boudou.
"Lo veo al caballo en su mejor momento, incluso mejor que cuando era potrillo", celebró Alfredo Lijo, hermano del juez, apenas después de consumado el triunfo, según reflejó el diario La Nazión.
"Esta vez el apellido va a salir en el diario por otro tema", se jactaban los hermanos, tal cual publicó el diario El Día de La Plata.
Habitué de distintos haras, la familia Lijo suele sorprender por su nivel de vida, especialmente llamativo para los ingresos de un magistrado.
Como partícipe de varios eventos top que rodean al mundo de las carreras, el juez suele mostrarse sonriente con distintos jockeys, empresarios y dueños de caballos y studs.
La crónica de una de las últimas carreras en las que se mostró lo describía junto a su grupo de amigos: "Cómo estaban los muchachos, felices, haciendo chanzas".
Los gustos de Lijo son un comentario habitual en la Justicia, donde varios de sus colegas se preguntan sobre las sofisticadas técnicas de administración personal que debe haber adquirido el juez para sostener su estilo bon vibant apenas con un sueldo.
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