La legisladora del bloque Nuevo Encuentro llamó "sin vergüenza" a Federico Sturzenegger después de escucharlo ofrecer "recetas económicas" sobre como manejar el tema de los fondos buitre.
En su blog, Grabiela Cerruti decidió expresar su molestia después de que se conociera que el ex secretario de Política Económica Federico Sturzenegger (hoy alineado en las filas del PRO) quedó sobreseido por la causa del Mega Canje que implicó, junto con la aprobación de Domingo Cavallo, el "cambio de una deuda por otra mayor". Y, como si fuera poco, el ex presidente del Banco Ciudad criticó el accionar del gobierno nacional ante la negociación con los fondos buitre.
Cerruti escribió: "Es más o menos así. Federico tu contador, dijo que iba a cuidar tu plata, pero resulta que sin que te enteres hipotecó tu casa, pero se la dio a un usurero que a su vez le vendió la deuda a otro, Paul, que ahora quiere cobrarte como si tu casa valiera más que el Palacio de Versailles". Y agregó: "A Federico lo procesaron por lo que hizo, que es claramente un delito en tu contra. Pero como conoce mucho a la gente de la justicia logró que se extendieran los plazos hasta que zafó porque la causa prescribió".
Siguiendo con la lógica de una escritura, como si se tratara de un cuento (sin final felíz), Gabriela Cerruti subrayó: "Pero yo no puedo sacarme de la cabeza que acabo de escuchar a Federico en la radio, dando lecciones sobre lo que hay que hacer, diciendo que tenés que pagar y criticando tu ´impericia´ para resolver. Porque Federico hoy es diputado del PRO, y se llama Federico Sturzenegger".
Sturzenegger, que participó de la comitiva de legisladores que viajaron a Estados Unidos, había advertido en declaraciones radiales que "las puertas están cada vez más cerradas para la Argentina" en lo que concernía a la negociación con los fondos buitre.
Hacia finales del año 2000 la deuda externa del país ascendía a los 80.000 millones de dólares y después del Megacanje, llegaría hasta los 88.000 millones de dólares y para el año 2003 alcanzaría nada más y nada menos que 102.000 millones de dólares.
Claramente los números no cierran y las políticas económicas avaladas por Federico Sturzenegger tampoco.
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