Así lo expresaron desde la Asociación Sindical de Motociclistas, Mensajeros y Servicios (ASiMM). Su titular, Maximiliano Arranz, aseguró que el Ejecutivo porteño "adopta insólitas y ridículas medidas a partir del desconocimiento y la ignorancia".
"El Jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, entiende que los trabajadores de las mensajerías urbanas 'afean la ciudad'. Por eso, adopta insólitas y ridículas medidas a partir del desconocimiento y la ignorancia".
De esta manera, el secretario adjunto de la Asociación Sindical de Motociclistas, Mensajeros y Servicios (ASiMM), Maximiliano Arranz, aseguró ayer que el Ejecutivo porteño "discrimina y subestima a los motoqueros".
Según calificó el dirigente de la organización que se normalizó en diciembre de 2008 y firmó el primer convenio colectivo de la historia de la actividad dos años después, el subsecretario de Transporte y Tránsito porteño, Guillermo Dietrich, es "un personaje absolutamente menor y, el verdadero tema, es la línea política del partido de Macri".
"Ese partido hace mucho hincapié en ubicar a los motociclistas en la misma bolsa junto con trapitos, cartoneros y motochorros, una idea repudiable. Los motoqueros no son producto de la marginalidad sino trabajadores encuadrados en un convenio colectivo y afiliados a un sindicato con personería gremial", añadió el dirigente.
Arranz afirmó que Macri "no respeta al motociclista como trabajador cotidiano del tránsito porteño, por lo que el gremio decidió algunas medidas de acción directa para rechazar la discriminación y subestimación de la clase política porteña".
"Los motoqueros llegaron para quedarse y eso es lo que debe entender el Ejecutivo porteño. Y no solo reclaman reivindicaciones laborales, sino que procuran ser actores políticos", subrayó.
El adjunto del gremio, que conduce Marcelo Pariente, explicó que el entendimiento con el macrismo excede "lo ideológico", porque se trata de "torpeza y ausencia de sentido común por parte de una dirigencia del PRO que ignora la existencia de este sindicato".
"No hay solución gremial sin solución política. La partidocracia liberal no resolvió los problemas de los trabajadores, sino que generó más hambre y miseria y entregó las riquezas", subrayó.
Arranz, quien se definió "doctrinario peronista", reseñó que en 2001 "los argentinos se despertaron de golpe de la extensa siesta neoliberal" y, en esas jornadas, "el gremio sufrió el asesinato del motoquero Gastón Riva a manos de un policía aún libre".
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