Funcionario PRO "barrabrava" manejará los fondos del Teatro Colón

Se trata de Javier Ibáñez, dirigente de Atlanta que en marzo pasado protagonizó una batalla campal con hinchas de Chacarita, y que hasta ahora manejó la cuestionada Agencia Gubernamental de Control de la Ciudad.

 

Ibáñez (con el cinto en la mano), en pleno enfrentamiento de hinchas.

Suele vestir de traje en las reuniones de gabinete, cuando mantiene encuentros con otros funcionarios de Mugrizio Macri. Sin embargo, los fines de semana elije un pantalón sport y una remera, para subir a la tribuna como hincha furioso y directivo del club Atlanta.

 

Javier Ibañez, el ingeniero que en marzo pasado se enfrentó a cintazos con hinchas de Chacarita durante un partido, será nada menos que quien manejará los recursos financieros, económicos y humanos del legendario e internacionalmente respetado Teatro Colón.

 

El funcionario (uno de los favoritos de Mugrizio Macri) estuvo los dos últimos años ocupando el estratégico cargo de Director Ejecutivo de la Agencia Gubernamental de Control, con la que estuvo en el foco de la tormenta cuando se produjeron varios derrumbes en la ciudad. Hoy, sosteniéndose en el poder comunal, abandona su cargo desplazado por el militar Juan José Gómez Centurión, delfín de Horacio Rodríguez Larrata.

 

Rodríguez Larrata y Javier Ibáñez.

Ibáñez manejará el presupuesto del gran coliseo argentino, a pocos meses de haber sido uno de los protagonistas de la escandalosa pelea entre hinchas de Chacarita y de Atlanta. Según las crónicas de aquel entonces, cuando terminó el partido comenzaron los incidentes entre ambas parcialidades y la policía bonaerense.

 

Además, en un video que circuló entre hinchas de Atlanta, se lo puede ver a Ibáñez participando en la pelea, vistiendo una remera a rayas, cinto en mano y corriendo a hinchas del "funebrero".

 

El lunes siguiente a la batalla campal entre barrabravas de ambas hinchadas, la medianera de un edificio del barrio de Caballito se derrumbó. Ese día Ibáñez no concurrió a su despacho.

 

Se vienen los paravalanchas en el Colón. Sin palabras...