domingo, 9 de octubre de 2011

La oposición insiste con instalar el debate de una reforma constitucional

Hermes Binner volvió a rechazar un acuerdo para habilitar una reelección indefinida. La UCR se sumó a las advertencias.

Elisa Carrió la planteó como un nuevo presagio y apuntó a Hermes Binner como supuesto cómplice. El cruce dio sus frutos y la líder de la Coalición Cínica (CC) logró que buena parte de la oposición diera crédito a una hipótesis que el kirchnerismo nunca planteó formalmente: un plan de reforma constitucional para habilitar una nueva posibilidad de reelección para la presidenta Cristina Fernández en 2015.

El viernes, Carrió insistió con la idea; Binner hizo su desmentida vía la red social Twitter; y la UCR y el diputado Francisco de Narcováez se sumaron a una discusión de la que el gobierno optó por mantenerse al margen.

Durante una visita de campaña a Corrientes, la líder de la CC pidió el voto para sus candidatos legislativos y aseguró que su espacio es “la única fuerza política que no habilitará la reforma constitucional del sistema parlamentario”. Además, pronosticó que los legisladores del Frente Amplio Progresista (FAP) “habilitarán los dos tercios” que se necesitan en cada cámara parlamentaria para modificar la Constitución. Para esa afirmación, recordó las críticas del socialismo al sistema presidencialista y los elogios al esquema parlamentario.

“El FAP no habilitará ninguna reforma constitucional que permita la reelección indefinida”, terció horas después Binner por Twitter.

Desde el mismo espacio, el candidato a diputado Claudio Lozano subrayó: “No propiciamos ninguna reforma constitucional de orientación monárquica cuyo objetivo sea la re reelección eterna. Sí entendemos imprescindible una reforma que democratice las instituciones".

Desde el radicalismo, el constitucionalista Ricardo Gil Lavedra prefirió apuntar contra el gobierno y dar como un hecho la versión de Carrió. “El oficialismo no tiene autoridad moral para impulsar una reforma de la Constitución porque no cumple ni siquiera minímamente con las reglas actuales”, advirtió.

Sin embargo, el legislador radical admitió que el sistema presidencialista “es un sistema muy malo, de baja calidad democrática”. E insistió: “Para una reforma, tiene que haber un consenso muy extendido, muy fuerte".

En tanto, el candidato a gobernador bonaerense por la UDESO, Francisco de Narcováez, también se manifestó en contra de una posible reforma y sostuvo que “hay que dejar de cambiar las reglas”.

“Los regímenes parlamentarios funcionan bien en algunos países y en otros no tanto. Tenemos que dejar de cambiar las reglas y ponernos a cumplirlas”, dijo el narcolombiano. Fue apenas unas horas antes de compartir un acto de campaña con Alberto Rodríguez Saá y marcar distancia de su socio formal Alfonsinito.

No solo están derrotados en 2011. También están nerviosos de cara al 2015. Son patéticos y es en lo único en lo que progresan, porque lo son cada vez más.

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