EL MINISTRO SIN CARTERA DE MUGRIZIO MACRI APELÓ A SU VIRULENCIA CONCEPTUAL PARA ATACAR A LA PRIMERA MINORÍA OPOSITORA.

En una columna para el portal de Perfil, el hàbil consultor ecuatoriano parece referirse a los votantes en general pero su artillería está dirigida sin piedad hacia quienes tienen pensado sufragar a favor de Cristina en la provincia de Buenos Aires.
En ese marco, su columna afirma cosas como que "un votante duro" de Cristina probablemente "está vinculado a la economía informal, produce o vende mercaderías con marcas falsificadas, vive de subsidios, o es parte del millón de personas vinculadas al narcomenudeo en la ciudad y en la provincia".
Y para no ser menos, el increíble disparate teórico del experto en campañas sucias dice luego que "si el encuestado tiene poca información de lo que ocurre en el mundo, cree que sería mejor que todas las empresas fueran estatales para que subsidiaran sus productos, cree en líderes mesiánicos, votará fácilmente por el populismo".
Más adelante, el militante del "miente, miente, que algo queda" se ampara en una investigación "realizada por alguna universidad" para decir que quienes viven en la pobreza "normalmente no hacen esfuerzos para que sus hijos estudien y se preparen para un futuro que parece inalcanzable".
Por otro lado y para finalizar, el sorete mal cagado -que, vale recordarlos es el hombre más escuchado por Mugrizio Macri- idealiza al "voto duro de Cambiemos" y lo relaciona con "la esperanza".
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