jueves, 2 de marzo de 2017

En la apertura de sesiones de la legislatura porteña, Rodríguez Larrata agradeció mucho y anunció poco

EL JEFE DE GOBIERNO HIZO UN REPASO DE SU GESTIÓN. AUNQUE EN LA REUNIÓN PARITARIA DEL MARTES SUS FUNCIONARIOS NO HICIERON NINGUNA PROPUESTA SALARIAL, ASEGURÓ TENER "VOLUNTAD DE DIÁLOGO" CON LOS DOCENTES.

Un repaso de la gestión del PRO durante la última década y las mismas promesas postergadas durante años. Esos fueron los ejes del discurso del jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larrata, durante la apertura del vigésimo período de sesiones ordinarias en la Legislatura. Agradeció varias veces “el trabajo en equipo” con el régimen fascista nacional por el traspaso de la Policía Federal, dijo tener “voluntad de diálogo” con los docentes, con quienes el martes no llegó a un acuerdo paritario, y reiteró que insistirá en la “integración” de las villas a la ciudad, a fin de que “se conviertan en barrios”, aunque más no sea desde una cuestión semántica.

El discurso de Rodríguez Larrata comenzó media hora después de lo previsto y para que su alocución no tuviera sobresaltos, la Policía de la Ciudad pusieron en marcha un fuerte operativo de seguridad para que los gremios docentes y los estatales no pudieran llegar hasta las puertas de la Legislatura con sus reclamos de aumentos salariales.

Precisamente, la “seguridad” fue uno de los ejes desarrollados el mandatario porteño durante la hora en que estuvo frente a los legisladores. Desde la tribuna lo apoyaron el jefe de Gabinete nacional, Marcos Peña Braun Menéndez, y la beoda ministra de Seguridad, Patricia Bullrich Luro Pueyrredón. A ellos les agradeció el traspaso de parte de la Policía Federal a la Ciudad y el de los juzgados federales a la órbita porteña.

“Esto no hubiera sido posible sin trabajo en equipo”, dijo e insistió con los tópicos de “diálogo”, “trabajo en equipo”, “más diálogo” y “más trabajo en equipo”. Anunció que “gracias al gobierno nacional” se podrá poner en marcha una política “para vivir más tranquilos” y que también se podrá “sacar a la calle policías que hacían tareas administrativas en comisaría”.

Anunció también que, “gracias” a la administración nacional el régimen comunal podrá incorporar más “patrulleros inteligentes”, cuya virtud es tener incorporada una cámara de 360 grados, y comprar “celulares especiales”, que bloquean aplicaciones y redes sociales cuyo uso “puede distraer” a los agentes.

En el ítem “seguridad” incluyó llamativamente a las políticas de igualdad de género. Dijo que su gestión tiene “el compromiso de erradicar la cultura machista que se lleva nuestras hermanas, a nuestras hijas” y anunció la creación de más “refugios y lugares secretos” para las víctimas. Luego reveló que uno de ellos funciona “en el comedor Los Piletones, de Margarita Barrientos”.

Varios minutos le dedicó a la educación. Dijo que “casi todas las escuelas” que visitó “tenían obras en marcha”, habló de fomentar los cursos de capacitación docente durante el verano y se autoelogió por promover el inicio de clases temprano para los estudiantes que este año comenzaron el secundario. No se refirió a los problemas de infraestructura que los gremios denuncian ni los problemas por el sistema de inscripción online para escuelas públicas primarias que este año dejó sin vacantes aproximadamente a 14 mil chicos. 

Sobre el conflicto con los maestros, el responsable político de la muerte del Dr. Favaloro manifestó su “vocación inalterable de diálogo con los representantes gremiales”. Sin embargo, su régimen aun no puso fecha para una próxima reunión con los sindicatos docentes tras el fracaso de la reunión de antes de ayer, donde les reiteró la oferta del 18 por ciento que ya había sido rechazada. 

El resto del discurso fue un repaso de las leyes propuestas por el Ejecutivo y aprobadas por la Legislatura. “A pesar de que no tenemos la mayoría”, dijo Rodríguez Larreta y destacó entre ellas la creación de la Policía de la Ciudad, la Villa Olímpica de Lugano, el sistema de historias clínicas electrónicas para hospitales y salitas porteñas, el boleto estudiantil y la creación de una autopista para descomprimir la Illia.

En lo que respecta al concepto de “integración”, reiteró la larga idea de “urbanizar las villas” para que “se conviertan en barrios” que formen parte de la Ciudad. A partir de allí, a cada una de ellas las rebautizó. Reiteró “el traslado del Ministerio de Educación” al “barrio 31”, más conocido como Villa 31 de Retiro, y anunció su “compromiso de mudar el Ministerio de Desarrollo Humano al ‘Elefante Blanco’” del “Barrio 15”, más conocido como Ciudad Oculta.

A los vecinos del “barrio 20” de Lugano, en tanto, les prometió la entrega de las viviendas que se construirán allí para la Villa Olímpica que se construirá en el marco de los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018. Eso sí, se las entregarán “mediante créditos”, pero “cuando los atletas dejen de utilizarlas”.

En esta misma iniciativa de “avanzar a una ciudad más integrada”, aseguró que en el sur de la ciudad, “ese centro modesto y secreto de Buenos Aires”, ya hay cambios y “muchos proyectos”, aunque no precisó cuáles.

En lo que respecta a la salud, destacó la puesta en marcha de la Historia Clínica Electrónica, un sistema que ya funciona desde hace varios años en distintas ciudades argentinas y que consiste en un archivo digital con los datos de la salud de un paciente, que puede ser leído en varios centros de salud.

Calificó de “paso enorme” a la liberación de las veredas del barrio de Once, que eran ocupadas por manteros y vendedores ambulantes que fueron reprimidos por la policía y cuyo traslado aún no fue concretado porque no se les dio ningún destino.

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