EL TITULAR DE COMUNICACIÓN AUDIOVISUAL DE LA AGENCIA DE NOTICIAS DEL ESTADO, PABLO TARICCO, HABLÓ POR PRIMERA VEZ EN UNA ENTREVISTA RADIAL.
“El video está editado con mala intención. En esos días de fin de año, había mudanzas en todos los edificios del Estado. Y las 8 de la noche es un horario normal de trabajo”.
Con esas palabras, se defendió el gerente de comunicación audiovisual de Télam, Pablo Taricco, de las acusaciones de robo que pesan sobre él luego de que las nuevas autoridades de la agencia filtraran un video en el que se lo ve, junto a dos compañeros, trasladando cajas de un piso al otro.
“Lo que hice fue ayudar a la abogada a cambiar de oficina una trituradora. Hay imágenes del cuarto piso donde la dejamos y de planta baja cuando salí. Quieren hacer pasar una situación de mudanza como un robo. Hay una intención evidente de dañar”, afirmó Taricco durante una entrevista radial.
“Fueron a allanarme a otra dirección. Estoy hace dos días en mi casa para que no me rompan la puerta. A los otros compañeros les rompieron la puerta para entrar, les hicieron un desastre en las casas y se los quisieron llevar detenidos. Es raro lo que pasa, no tiene relación con la dimensión de lo sucedido”, remarcó el directivo de Télam que permanece en su puesto aunque desde la nueva gerencia le pidieron la renuncia.
Por otra parte, en su cuenta personal de Facebook, el periodista de Télam hizo un descargo escrito sobre lo sucedido:
"Colegas y amigos: Después de casi 72 horas de estar viviendo junto a otros dos compañeros de trabajo una situación muy injusta, creo que ya es momento de aclarar las cosas.
La irresponsabilidad de ciertos funcionarios públicos nos ha colocado en una posición que no nos merecemos, y que necesariamente debe ser reparada.
Quiero ser claro y terminante: desmiento y rechazo totalmente las acusaciones que se me han hecho en los últimos días. Jamás saqué ni un documento, ni una trituradora, ni nada que se le parezca de Télam. Quienes me conocen pueden dar fe del compromiso que tengo con mi profesión y con el sector público, en el que trabajé los últimos años.
Lo cierto es que una discusión estrictamente laboral con las autoridades designadas por el gobierno nacional en la Agencia, derivó en una operación mediática para forzar mi renuncia. Después vinieron el despropósito de la denuncia penal y los allanamientos nocturnos, con amenazas e intentos de detención incluidos.
Todo iniciado a partir de un simple video editado con la intención de hacer pasar como "un robo" lo que no es más que la mudanza de un piso a otro de una trituradora de papel. A su vez, los colegas que recibieron ese material de manos de las autoridades de Télam, jamás me llamaron para conocer mi versión de los hechos.
Por último, agradezco las muestras de apoyo y cariño que durante estos días me hicieron llegar desde amigos y compañeros, hasta gente que no conozco; y ya que estamos les pido que por favor me ayuden a difundir lo que realmente sucedió.
Un abrazo.
Pablo".
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