viernes, 22 de mayo de 2015

Así es el "Centro Cultural Kirchner", el más grande de Latinoamérica

El edificio histórico, inaugurado en 1928, fue restaurado conservando su valor patrimonial y modernizado para conventirlo en uno de los centros culturales más importantes de toda América latina. Albergará una sala de conciertos para 1950 espectadores, un Museo de Arte Contemporáneo totalmente vidriado y seis auditorios.



La restauración y puesta en valor del antiguo Palacio de Correos convirtió al histórico edificio en uno de los Centros Culturales más importantes del continente y del mundo. Durante la obra, se conservó el patrimonio arquitectónico y la fachada neoclásica y se transformó el interior, con estructuras de última generación.

El edificio contendrá el área Histórica o Ceremonial -sobre la calle Sarmiento-, en la que se respetó la arquitectura externa y el mobiliario original. En ella se destacan los salones antiguos: de Los Escudos, el de Honor, el de los Buzones -que contiene 5 mil casillas del antiguo correo- y el salón Eva Perón -que fuera en la década del 40 el despacho de la esposa del entonces Presidente Juan Domingo Perón-.


Por otro lado, el área Industrial o moderna -con entrada por Corrientes- incluye una construcción nueva tipo jaula de columnas metálicas que delinean una nueva fachada interior que permitió conservar la estructura envolvente original, y a su vez, soportar la inserción de múltiples espacios donde se desarrollarán las actividades culturales de mayor convocatoria.

La Ballena Azul, una sala de conciertos para 1950 espectadores; El Chandelier, un espacio de exposición de arte contemporáneo que cuelga del techo como un candelabro con paredes vidriadas; y una sala de música de cámara para 600 personas, son los tres nuevos elementos arquitectónicos que se destacan en la nueva obra. Además, se construyeron diversas salas para exposiciones artísticas y seis auditorios para más de 600 personas. Otra de las joyitas es la cúpula, restaurada íntegramente con leds para el aniversario del Bicentenario.

Los modernos atractivos del Centro Cultural Kirchner

El Chandelier


Es una estructura vidriada que cuelga desde el techo, como una gran araña de cristales, y se convertirá en un museo de arte contemporáneo que alentará a los nuevos artistas a exhibir sus obras.

La obra de ingeniería pensada para resolver este proyecto requirió una estructura de gran resistencia, tanto por debajo como por encima de la misma. Tiene un peso aproximado de 2 mil toneladas, una longitud de 50 metros y consta de 2 niveles suspendidos que se apoyan sobre una especie de "jaula" de vigas y columnas de hormigón armado.

Gran Sala de Conciertos "La Ballena Azul"


Se trata de una sala sinfónica con capacidad para 1950 espectadores, que se será la sede de la Orquesta Sinfónica Nacional de Argentina. Las patas que la sostienen y su enorme estructura ovalada genera la idea de una ballena.

Esta sala tendrá un nivel acústico de excelencia y contará con un órgano de viento, de 3500 tubos y 46 registros, diseñado especialmente en Alemania por la firma Klais.

La Cúpula


La revalorización de la cúpula principal del edificio tiene el objeto de convertir un espacio residual en uno de los puntos más significativos del Centro Cultural Néstor Kirchner.

En este sector se conservó la estructura metálica y su ornamentación pero se reemplazaron las pizarras por una superficie de doble vidrio facetado que cuenta con un sistema de luces de led de alta tecnología; permite combinar diversos colores y componer formas y banderas de diferentes países.

En este mismo nivel, una terraza mirador será el primer punto panorámico público de la ciudad, junto a un sector gastronómico y otros servicios complementarios que se desarrollarán en ese piso.

Un poco de historia


El antiguo Palacio de Correos comenzó a construirse en 1889. El diseño estuvo a cargo del arquitecto francés Norbert Maillart, quien además trazó los planos de otros edificios importantes de la Ciudad de Buenos Aires como Tribunales y el Colegio Nacional Buenos Aires.

Después de algunos parates, por falta de fondos, la obra fue finalmente inaugurada en septiembre de 1928, dos semanas antes de que el presidente Marcelo Torcuato de Alvear terminara su mandato. Desde ese momento, comenzó a funcionar como sede del Correo central, actividad que se desarrolló en ese edificio hasta 2002. Durante el peronismo, el edificio albergó el despacho de Eva Perón y allí también funcionó la fundación que lleva su nombre.

En 1997 fue declarado monumento histórico nacional (ley 12.665) por su calidad arquitectónica y su importancia histórica. Todo su mobiliario también fue reconocido como patrimonio histórico.

Luego de la reestatización del Correo Argentino y ante el auge de las nuevas tecnologías, que redujeron notablemente el tráfico de correo postal, Néstor Kirchner planteó la iniciativa de transformar el edificio en un espacio artístico de primer nivel, conservando y restaurando su valor histórico.


En 2006, se llamó a licitación internacional para la presentación de proyectos. Se presentaron más de 340 estudios de arquitectura de más de 20 países. El primer premio se otorgó en noviembre de ese año, por decisión unánime del jurado, a los estudios de arquitectura Bares y Asociados (B4FS) y Becker-Ferrari, ambos argentinos.

La primera parte de la remodelación estuvo lista en mayo de 2010 para los festejos del Bicentenario y una de las vedettes de la fiesta fue la cúpula, restaurada íntegramente con leds.

El edificio recibió en ese momento el nombre de Centro Cultural del Bicentenario. Sin embargo, a partir del 23 de noviembre de 2012, pasó a ser el Centro Cultural Néstor Kirchner, en reconocimiento y memoria del ex-Presidente de la Nación Argentina.

En los fundamentos de la ley 26.794, votada en el Congreso de la Nación, se establece que el Palacio de Correos “es un edificio con valor histórico y patrimonial, colmado de un alto contenido simbólico para la comunidad en general y para Néstor Kirchner en particular, ya que era hijo de un trabajador postal, quien en sus viajes desde Río Gallegos a Buenos Aires solía visitar el edificio y recorrer sus instalaciones"

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