"La amplia competencia que se produce en el sector en los días previos al inicio de clases, incluso produce deflación", aseguró el secretario de la Cámara Argentina de Librerías y Papelerías (Capla), Daniel Iglesias.
La variedad de productos y marcas en la oferta de útiles escolares permite que haya precios accesibles para todos los sectores de la sociedad, aseguró el secretario de la Cámara Argentina de Papelerías, Librerías y Afines (CAPLA), Daniel Iglesias.
"La amplia competencia que se produce en el sector en los días previos al inicio de clases, incluso produce deflación", afirmó Iglesias.
"Lo nuestro siempre está un escalón por debajo de las alzas del supermercado", dijo Iglesias, y explicó esta situación a que "nosotros estamos muy desregulados, tenemos muchos fabricantes, mayoristas, importadores, distribuidores".
"Los libreros y papeleros manejamos más de 10.000 productos en el porfolio de vuelta a clase, y por eso es difícil hacer un promedio de incrementos de precios", aseveró a Radio Palermo, en rechazo a una estimación publicada por un matutino que afirmaba que los útiles habían aumentado 60% respecto del año pasado.
Para graficar la amplitud de la oferta, explicó: "en mi negocio tengo lapiceras de $ 239 pesos y otras de $1 5, las dos escriben sin faltas de ortografía; tengo lápices negros de 2,50 pesos y de la misma marca otros de $ 30, y sacapuntas de 2 y 20 pesos. Independientemente de cualquier opinión, se puede enviar a cualquier chico a la escuela por $ 300 o por $ 3.000, y conceptualmente hablando ninguno los dos se va a recibir de médico".
En ese sentido, señaló que "el concepto que quiero transmitir es que hay opciones, hay alternativas; sugiero a los papás que confíen en el librero del barrio, el de toda la vida que los va a aconsejar bien. Precio no siempre implica calidad".
Asimismo, recomendó tener "cuidado con las licencias, si uno compra una carpeta con un jugador de Boca o de River no va a salir lo mismo que otra con una imagen neutra. Otro consejo, no venir con los hijos, porque en la góndola mis mejores clientes son los pequeños, ellos deciden qué se compra".
Iglesias consideró que hay que desmitificar esa creencia popular de que los precios aumentan cuando comienzan las clases. "Aumentan durante el año, y en esta época incluso pueden conseguirse más baratos por la excesiva oferta", afirmó.
Por último, indicó que las librerías también tienen "competencia desleal de manteros, pero lo que más preocupa son las falsificaciones de útiles de marca".
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