lunes, 2 de octubre de 2017

El Gobierno catalán asegura que el "Sí" ganó en el referéndum y abre las puertas a la secesión

EL JEFE DEL GOBIERNO CATALÁN, CARLES PUIGDEMONT, ABRIÓ AYER LAS PUERTAS A QUE LA REGIÓN DECLARE LA INDEPENDENCIA DE FORMA UNILATERAL LOS PRÓXIMOS DÍAS TRAS EL POLÉMICO REFERÉNDUM SOBERANISTA QUE ACABÓ CON CIENTOS DE HERIDOS EN ENFRENTAMIENTOS CON LA POLICÍA ESPAÑOLA. SEGÚN LOS PRIMEROS DATOS, EL "SÍ" HABRÍA GANADO CON EL 90% DE LOS VOTOS.

"Con esta jornada de esperanza y también de sufrimiento, los ciudadanos de Cataluña nos hemos ganado el derecho a tener un Estado independiente que se constituya en forma de república", dijo Puigdemont en una declaración institucional al cierre de una de las jornadas más turbulentas en la historia reciente de España. 

El líder independentista se comprometió a trasladar "los próximos días" al Parlamento catalán los resultados de la consulta celebrada ayer "para que actúe de acuerdo con aquello previsto en la Ley de Referéndum", que prevé una declaración de independencia en 48 horas si gana el "sí", un resultado que se da por hecho. 

Según el portavoz del Gobierno catalán, Jordi Turull, se contaron un total de 2,262 millones de votos pese a las "enormes dificultades" de la jornada, marcada por los graves incidentes entre votantes y policías que tenían orden judicial de impedir la consulta y que dejaron más de 800 heridos. 

"El referéndum se ha celebrado, se ha contado y se ha votado", destacó Turull. "Ha sido un día complejo y difícil, pero también un día ilusionante. Ha ganado la democracia y la gente que de manera pacífica la ha defendido", agregó.

El recuento del Gobierno catalán registró 2.020.144 votos por el "sí" a la indepedencia (90,09 por ciento) y 176.565 por el "no" (7,87 %), además de 45.586 votos en blanco (2,03%) y 20.129 nulos (0,89%).

"El Estado español ha escrito hoy una página vergonzosa en su historia de relación con Catalunya. Tristemente no es la primera; demasiadas veces la represión y la violencia han sido la respuesta del Estado a las aspiraciones catalanas", lamentó Puigdemont. 

Rajoy, por el contrario, culpó al Gobierno catalán de lo ocurrido. "Sabían que el referéndum era ilegal, improcedente, pero decidieron seguir adelante", acusó y añadió que "no ha habido un referéndum de autodeterminación en Cataluña. Nuestro Estado de derecho mantiene su vigencia y fortaleza". El mandatario del conservador Partido Popular (PP) agradeció además explícitamente a las fuerzas de seguridad por su actuación (ver nota aparte en esta misma edición). 

La celebración del referéndum unilateral de independencia venía precedida por semanas de creciente tensión. El Tribunal Constitucional lo suspendió en cuanto fue convocado el 6 de septiembre, ya que la Constitución española no prevé referendos de este tipo, y el Gobierno central impulsó diversas medidas para impedirlo, pero Puigdemont siguió adelante con su plan. 

El referéndum de ayer abre la mayor crisis en décadas en España y un foco de inestabilidad inesperado en Europa. Con 7,5 millones de habitantes de los más de 46 millones que hay en España, Cataluña es una de las comunidades autónomas más ricas e industrializadas del país y aporta casi el 20 por ciento de su producto interno bruto (PIB).

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