sábado, 4 de abril de 2015

Tragedia aérea de los Alpes: El copiloto descendió el avión y subió la velocidad hasta estrellarlo

Así se desprende de un primer análisis de la segunda caja negra hallada el jueves y que reafirma la hipótesis de una acción deliberada de Andreas Lubitz en el siniestro en el que murieron 150 personas, entre ellos tres argentinos.


El examen provisional del aparato, que registra los parámetros técnicos del vuelo, señaló que Andreas Lubitz recurrió al piloto automático para iniciar el descenso y lo modificó posteriormente para incrementar la velocidad, indicó hoy la Oficina de Investigaciones y Análisis (BEA) de Francia.

"Una primera lectura revela que el piloto presente en la cabina utilizó el piloto automático para que el avión descendiera hacia una altitud de 100 pies (unos 30 metros) y que, varias veces a lo largo del descenso, modificó el reglaje para aumentar la velocidad del avión", indicó el organismo en un comunicado.

La segunda caja negra fue hallada el jueves luego de diez días en la que era intensamente buscada por los rescatistas que trabajan en la zona de los alpes franceses.

Fue encontrada por una integrante del Pelotón de Alta montaña de la Gendarmería Nacional en una zona ya explorada con anterioridad y estaba, según la Fiscalía de Marsella, "totalmente enterrada", lo que había dificultado su localización.

El dispositivo fue llevado primero al cuartel general de campaña situado en la localidad de Seyne-les-Alpes y ayer mismo fue trasladado a la sede parisina del BEA.

El organismo francés fue el responsable también de analizar la primera caja negra, que contiene las grabaciones del audio en el interior de la cabina, y que permitió a los investigadores llegar a la hipótesis principal que Lubitz, alemán y de 27 años, accionó el descenso del Airbus A230 tras tomar los mandos y negarse a abrirle la puerta al comandante.

Desde entonces se supo que el copiloto recibió hace años tratamiento psicoterapéutico por "tendencias suicidas" y que tenía un certificado médico de baja por enfermedad psiquiátrica que había roto y ocultado a la empresa, vigente para el día del siniestro.

Trascendió, además, que buscó por Internet información sobre métodos para suicidarse y sobre el funcionamiento de las puertas de las cabinas de vuelo, según comunicó la fiscalía de Düsseldorf que también investiga el hecho.

El avión de Germanwinds, que se dirigía de Barcelona (España) a Düsseldorf (Alemania), se estrelló el 24 de marzo provocando la muerte de 150 personas, entre ellos tres argentinos: Juan Armando Pomo, Gabriela Maumus y Sebastián Grecco.

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