El jefe de Gobierno porteño justificó la maniobra por una supuesta "emergencia" y pasó la actuación como fines solidarios.
A partir de una foto en la que se ve al jefe de gobierno porteño, Mugrizio Macri, mirándole las tetas a Martina Stoessel, la joven que es furor entre niñas y preadolescentes, se supo que por tan sólo un recital se le había pagado 400 mil pesos a la cantante de 18 años.
Lo que no se supo es que el gasto total por el despliegue del espectáculo fue de más de seis millones de pesos que no pasaron por el debido proceso de licitación, efectuando el pago de forma directa, tal como se estipula sólo para gastos por emergencias.
Lo llamativo además es que el recital estaba convocado desde hacía meses y que las empresas contratadas comparten accionistas, gerentes y hasta el mismo domicilio.
Según consta en el Boletín Oficial de la Ciudad, la transacción omite la licitación porque se ampara en el decreto 556/10, reservado para casos de emergencia, y porque se disfraza la actividad con fines solidarios.
Bajo la consigna "Doná un juguete para que los niños que menos tienen puedan disfrutar de la Navidad", se proponía también tener más conciencia ambiental. A su vez, los expedientes oficiales indican también que el pago a Stoessel no fue una excepción, pese a que no se trate de una emergencia para los porteños.
El PRO también pagó un monto de 900 mil pesos a BDA Producciones SRL para el transporte de equipamiento y personal de producción, logística, grúas y limpieza. A su vez, en la web de la empresa figuran otras dos de las contratadas para la ocasión como "empresas asociadas", que hasta comparten el mismo domicilio.
Otro de los casos fue el de la empresa A Nuevos Aires Producciones SRL, la cual recibió un pago de las mismas características por un millón 600 mil pesos por la preproducción y producción en general en escenarios y pasarelas.
Además, la compañía 4 Piolas SRL cobró otros 800 mil pesos por la instalación eléctrica y el alquiler de un grupo electrógeno, pese a que el gerente la firma, José Luis López, es considerado por el Banco Comafi como un "deudor irrecuperable".
Oymyakon SA, empresa socia de la firma, también fue contratada por un millón y medio de pesos por la ambientación y el control del lugar sin pasar por el proceso de licitación. El director de la empresa, Christian Eduardo Romanello, es también director de Matusik SA, otra de las entidades contratadas por el gobierno de Macri por una suma de medio millón de pesos por el alquiler de pantallas LED.
Por último, se conoció que en esta oportunidad la firma Fa Sostenido SA recibió 700 mil pesos por el montaje y desmontaje de los camarines, la ambientación, la decoración, el catering y el servicio de Internet a través del mismo decreto de "urgencia".
Todas las contrataciones, que superan los seis millones de pesos, se realizaron bajo el pretexto de una "imprescindible necesidad" que justificaba no pasar por el debido proceso de compulsa o licitación. La relación entre las firmas indica que el dinero fue cobrado por los mismos dueños.
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