domingo, 29 de marzo de 2015

Arroyo Salgado acusó a Fein de "contribuir a un circo" y la fiscal lamentó los ataques

La ex esposa de Alberto Nisman, Sandra Arroyo Salgado, y la fiscal Viviana Fein, dieron ayer a la mañana sendas entrevistas de manera simultánea en dos radios distintas, y se acusaron mutuamente de entorpecer la marcha de la causa que investiga la muerte del ex titular de la Unidad especial AMIA.


Arroyo Salgado, jueza federal de San Isidro y querellante en representación de sus hijas, dijo que la fiscal Fein está llevando adelante la investigación "con una falta total de objetividad, de legalidad, de neutralidad y de oficialidad" y que se "aferra todo su trabajo a probar que únicamente esto fue un suicidio".

Por su parte, Fein dijo que se siente "muy agraviada" por la recusación y las críticas de la ex pareja de Nisman y que es la primera vez en toda su carrera que le toca lidiar con "una querella que no trabaja al lado de la fiscal".

En declaraciones radiales, Fein se defendió del ataque de Arroyo Salgado afirmando que jamás direccionó la investigación, y enfatizó que tiene "una carrera de por medio. No me mueve ningún tipo de interés en ninguna investigación".

La fiscal señaló que le "llama la atención" que los abogados de Arroyo Salgado, que están al tanto de todos los avance de la investigación, hayan pedido la suspensión de la junta médica "a un día de practicarse" y acusó a los abogados y los peritos de la querella por "aseverar públicamente -como lo han hecho en un micrófono- que fue un homicidio, mientras estamos en plena tramitación de la causa".

Tras advertir, en clara alusión a Arroyo Salgado, que "nunca" en las causas que llevó adelante vio "una querella que no trabaje al lado de la fiscal", destacó que "ni la madre, ni la hermana, ni la tía del doctor Nisman se han presentado a objetar absolutamente nada de la causa".

En tanto que Arroyo Salgado, durante una extensa entrevista en radio Buitre, acusó a Fein de "contribuir a un circo de denostación de la imagen de Nisman", con el llamado a declaración de mujeres que formaban parte de su círculo íntimo en lugar de analizar "la evidencia de manera científica y comprobable para saber si esto fue un suicidio o un homicidio".

Asimismo, denunció a la fiscal y a su secretario de haber incurrido "en falsedad ideológica", cuando informaron la designación como perito de Enrique Prueger, recusado por la querella.

Según Arroyo Salgado, "la fiscalía informó en el expediente" que Prueger "estaba de paso por Buenos Aires" y "ofreció su colaboración", pero Prueger "manifestó que no se presentó espontáneamente sino que el secretario de la fiscalía lo llama y le transmite que lo necesitan en forma urgente".

"Ninguno de los planteos que hace la querella se hacen con la intención de dilatar la investigación", explicó Salgado, y puntualizó que "la medida fundamental es hacer un peritaje serio".

En su arremetida contra Fein, Arroyo Salgado también apuntó hacia el único imputado que tiene la causa, el especialista en informática Diego Lagomarsino, quien para ella "no fue interrogado con mucho nivel de detalle. Su testimonio tiene dos hojas" en el expediente.

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