El líder cubano desmintió las versiones que indicaban que estaba "agonizando". "No recuerdo lo que es un dolor de cabeza", escribió. También se reunió con el ex vicepresidente de Venezuela, Elías Jaua, quien dijo que "está muy bien".
El líder de la Revolución Cubana, el ex presidente Fidel Castro, volvió a desmentir rumores sobre su presunta muerte y calificó de "mentiras" e "insólitas estupideces" los rumores que circularon en los últimos días sobre su estado de salud.
En un artículo divulgado ayer a la madrugada en la web oficial Cubadebate, en la cual también se publican fotos suyas, Castro, de 86 años, escribió: "íAves de mal agüero! No recuerdo siquiera qué es un dolor de cabeza. Como constancia de cuán mentirosos son, les obsequio las fotos que acompañan este artículo".
El sábado, Fidel estuvo reunido durante varias horas con el ex vicepresidente de Venezuela, Elías Jaua, a quien luego llevó en su automóvil hasta el Hotel Nacional. Allí departió durante unos 30 minutos con el personal del histórico establecimiento del Malecón de La Habana, donde se hospedan los visitantes distinguidos de la isla.
Después de tres semanas en las que los más novelescos rumores lo daban como víctima de una embolia cerebral, en estado vegetativo y listo para el ataúd, el comandante habló con su invitado sobre los más variados y exigentes temas.
Jaua confirmó el encuentro ayer, ante un grupo de periodistas a los que les mostró fotografías en las que el líder revolucionario aparece dentro de un vehículo, sonriente y con buen aspecto, rodeado por su esposa, Dalia Soto del Valle, el ex vicepresidente venezolano, el director general del hotel, Antonio Martínez, y otras dos personas, una mujer y una niña no identificadas.
"El comandante Fidel tuvo la gentileza de recibirnos el día de ayer (por el sábado). Estuvimos cinco horas conversando sobre agricultura, historia, política internacional y, bueno, Fidel está muy bien", dijo Jaua, sin aludir a las versiones pero sabedor de que estaba apagando una ola de rumores.
Parece que hay Fidel para rato, mal que les pese a algunos.
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