ASÍ LO CONFIRMARON ALLEGADOS A LA DIPUTADA OFICIALISTA, QUIENES ASEGURAN QUE LA DESQUICIADA QUIERE MANTENER "AUTONOMÍA" DE LA GESTIÓN PRO.
Elisa Carrió se convirtió en el ancho de espadas para la elección de la alianza de derecha Cambiemos en Capital, pero la diputada prefiere mantener una razonable distancia del régimen fascista que encabeza Horacio Rodríguez Larrata, a quién le ofrendará una victoria que seguramente será récord para una elección legislativa.
Lo notable es que lejos de lo que se podría esperar en la lectura política tradicional, Carrió no buscará traducir en cargos un triunfo que se insinúa aplastante.
Allegados a la diputada confirmaron que luego del domingo, Lilita no pedirá ministerios ni buscará incidir particularmente en las políticas públicas del PRO en la ciudad de Buenos Aires. "A ella no le interesa ser jefa de Gobierno, es una dirigente nacional", explicó uno de sus confidentes.
Rodríguez Larrata tuvo la habilidad de construir un buen vínculo con Carrió, que soportó con malhumor contenido que María Eugenia Vidal haya vetado su candidatura bonaerense. La diputada recibe por estas horas con especial placer, los sondeos de la Casa Rosada para que entre las primarias y las generales de agosto, intensifique su participación en la campaña bonaerense, si se confirma el escenario de paridad o hasta un triunfo de Cristina Fernández de Kirchner.
Por eso, sí acepto que su mano derecha, el diputado Fernando Sánchez desembarque en la Jefatura de Gabinete después del 10 de diciembre, pero no exige un correlato en el gabinete porteño. "Estamos construyendo el interbloque. Por ahora es una coalición parlamentaria", señalaron desde la Coalición Cínica porteña. "Ya lo estamos haciendo con algunas cosas. Trabajamos bastante la ley de alquileres, fue algo conjunto", agregaron. La enferma mental está feliz con su rol de gran aliada nacional del PRO, con derecho limitado a veto y atención preferencial de Mugrizio Macri. Por ahora con eso le alcanza.
La Capital Federal es el único distrito en todo el país en que la alianza de derecha Cambiemos no se comporta como un interbloque, pero faltan semanas para que la Coalición Cínica (CC) y el PRO voten alineados. La UCR porteña, por ahora se mantiene en la oposición con Martín Lousteau.
En la CC aseguran que un muy buen resultado no correrá de su eje a Carrió. "Va a seguir siendo la de siempre, ella está a otra nivel. Y seguirá diciendo lo que le parece mal", sugirieron. "Los que piensan que la CC va a ser parte del PRO se equivocan", añadieron y lanzaron una amenaza: "Néstor Grindetti, Silvia Majdalani, Jorge Macri y Ricardo Lorenzetti, no nos olvidamos de ellos. Va a volver apenas termine la campaña", advirtieron sobre los enemigos de Carrió que incomodan al régimen macrifascista. Hay tregua electoral, pero no significa que la paciente psiquiátrica ambulatoria haya perdido la memoria.
Por otro lado, cerca de la diputada reconocen que Carrió hoy no tiene gente para integrar a un gobierno como el de la ciudad de Buenos Aires en puestos de mucho peso de gestión.
"En la ciudad hay cosas que le parecen mal como la rifa de terrenos para hacer negocios inmobiliarios y otras que están bien, como la urbanización de villas", agregaron las fuentes consultadas,que también plantearon una hipótesis parlamentaria y encendieron las alarmas. "¿Qué pasa si Larrata manda a la Legislatura la ley de plusvalía urbana y después Solares de Santa María", se preguntaron. El proyecto de IRSA en Costanera Sur es resistido desde sus comienzos por la Coalición Cínica, que siempre se negó a votarlo.
En el PRO creen que a fuerza de escucharla, lograron encauzar una relación que tuvo sus vaivenes. "Cada vez que pide algo la escuchamos con atención y en general le cumplimos", explicó un dirigente macrifascista.
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