EN ARGENTINA, MEDIANTE LA ARTICULACIÓN DE LA COMISIÓN NACIONAL PARA LOS REFUGIADOS (CONARE), FUERON 709 LOS CIUDADANOS EXTRANJEROS QUE RECIBIERON TRATAMIENTO DE "REFUGIADOS" EN LOS ÚLTIMOS CINCO AÑOS.
La horrible imagen del pequeño Aylan Kurdi, el niño de sirio de 4 años, tras morir ahogado en una playa de Turquía, en septiembre pasado, puso de relieve más que nunca la dramática situación global de personas que huyen de sus países.
En Argentina, mediante la articulación de la Comisión Nacional para los Refugiados (CONARE), fueron 709 los ciudadanos extranjeros que recibieron tratamiento de "refugiados" en los últimos cinco años.
De ese total, 90 son ciudadanos que se acogieron al denominado "Programa Sirio", instaurado por la Dirección Nacional de Migraciones y el Ministerio de Relaciones Exteriores. "Cualquier persona en Siria puede ir al consulado argentino en Damasco y pedir ser aceptado en el programa como refugiado en argentina. El programa continuará, ya fue acordado", se indicó desde la CONARE.
Las estadísticas de la Conare revelan que en 2010 fueron 73 las personas que recibieron tratamiento de refugiados. En 2011, se registraron 112, en 2012 fueron 146, en 2013 fueron 286, y en 2014 fueron 92. En total, se trata de 709 personas, de los cuales 422 son varones y 297 mujeres.
Las nacionalidades de los ciudadanos que más se refugiaron en argentina fueron Siria, Colombia,Ghana, Haití, Cuba, Marfil, Armenia, Nigeria, y Paquistán.
Una de las consultas que surgen en torno a la problemática es qué diferencia hay entre un migrante y un refugiado. "Las personas que migran, salen de sus países de origen por diferentes razones y necesidades. El reconocimiento de la condición de refugiado está dirigido sólo a brindar protección internacional a aquellas que no puede encontrar en su país efectiva protección de sus derechos, que por sus opiniones políticas, raza u otros motivos es perseguido y/o que se encuentran amenazados por conflictos armados o guerras que los obligan a dejar sus países", se explicó.
Por su parte, "el migrante abandona su país de forma voluntaria por motivos económicos, por un deseo de cambio o de aventura, por razones familiares o por otros motivos de carácter personal".
Asimismo, todo solicitante de estatuto de refugiado puede trabajar en el país, ya que tiene la denominada residencia precaria hasta tanto se resuelva su pedido. Por lo tanto, está habilitado a desempeñar tareas remuneradas en el país y a obtener el Código Unico de Identificación Laboral (CUIL).
"La solicitud de estatuto de refugiado es un pedido de protección internacional y no una forma de regularizar la situación migratoria. Por eso, los trámites no son excluyentes. Una persona puede pedir estatuto de refugiado y, a la vez, solicitar ante la Dirección Nacional de Migraciones una residencia, en la medida en que reúna los requisitos que la normativa migratoria impone. No es necesario que desista de su pedido de asilo para ello", señalaron desde la CONARE.
Una vez que una persona pidió estatuto de refugiado en Buenos Aires, puede trasladarse libremente a vivir a otra parte del país, y allí continuar con la tramitación de la solicitud. También es un dato importante que las autoridades argentinas estudian la solicitud de cada persona de modo absolutamente confidencial y por lo tanto no se compartirá con las autoridades del país de procedencia o de nacionalidad del solicitante.
Aunque no existe un plazo legal preestablecido en el que la CONARE deba decidir sobre una solicitud de refugio, la resolución debe ser en un plazo razonable. El tiempo que demora en resolver dependerá de la complejidad de cada caso (los casos más evidentes se canalizan a través de un procedimiento acelerado), y de la información y documentación que el solicitante ofrezca.
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