lunes, 28 de septiembre de 2015

El Papa se comprometió a hacer que "todos los responsables" de abuso sexual en la Iglesia "rindan cuentas"

El papa Francisco se lamentó "profundamente" por los casos de abuso sexual de menores cometidos por sacerdotes y se comprometió a “una celosa vigilancia de la Iglesia para proteger a los menores” de estos crímenes. Luego, visitó a presos en un correccional.


“Llevo grabado en mi corazón las historias, los sufrimientos de los menores que fueron abusados sexualmente por sacerdotes y siento mucha vergüenza por las personas que tenían a su cargo el cuidado de estas tiernas criaturas” le infligieran este mal, dijo el pontífice en la reunión que mantuvo en Filadelfia con los obispos invitados al Encuentro Mundial de las Familias.

Momentos antes, el líder del Vaticano llevó adelante un encuentro con un grupo de "supervivientes" de este flagelo, a quienes aseguró que sus palabras "no pueden expresar plenamente mi dolor por el abuso que han sufrido".

"Ustedes son preciosos hijos de Dios que siempre deberían esperar nuestra protección, nuestra atención y nuestro amor. Estoy profundamente dolido porque su inocencia fue violada por aquellos en quien confiaban", agregó el Santo Padre.

Calificando como "muy inquietante" saber que en algunos casos "incluso los obispos eran ellos mismos los abusadores", Francisco se comprometió a "seguir el camino de la verdad" y afirmó que "el clero y los obispos tendrán que rendir cuentas de sus acciones cuando abusen o no protejan a los menores".

Eso mismo fue lo que el Papa reiteró luego ante los obispos presentes esta mañana en el Seminario San Carlos Borromeo en Filadelfia.

“Los pecados de abuso sexuales a menores no pueden ser mantenidos en silencio por más tiempo. Me comprometo a la celosa vigilancia de la Iglesia para proteger a los menores y que todos los responsables rendirán cuenta”, dijo al pronunciar un discurso en español y que contó con declaraciones improvisadas en el momento.

“Los supervivientes de abusos se han convertido en verdaderos heraldos de esperanza, y ministros de misericordia. Le debemos a ellos y sus familias nuestra gratitud por su valor de hacer brillar la luz de Cristo sobre el mal del abuso de menores”, concluyó.

Luego, En el último día en Estados Unidos, el Obispo de Roma visitó una prisión donde mantuvo un encuentro con un grupo de detenidos y por la tarde brindó el discurso de cierre del Encuentro Mundial de las Familias que convocó a miles y miles de feligreses de todos el país y de otras partes del mundo.

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