martes, 26 de mayo de 2015

Acompañada por todo el Gabinete, Cristina encabezó en Luján su último Tedeum como Presidenta

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner encabezó ayer el Tedeum realizado en la remodelada Basílica de Lujan en conmemoración del 205 aniversario de la Revolución de Mayo, en una ceremonia que contó con la presencia de ministros, autoridades provinciales, legislativas, dirigentes sociales, representantes extranjeros, y miles de ciudadanos que expresaron muestras de afecto a la jefa del Estado.



Vestida con un tapado celeste y una chalina blanca -representativa de los colores de la Patria-, Cristina llegó cerca de las 11.45 acompañada por el gobernador Daniel Scioli y su esposa Karina Rabolini, y fue recibida por el arzobispo de la arquidiócesis de Mercedes-Luján, monseñor Agustín Radrizzani, el secretario General de la Presidencia, Eduardo “Wado” de Pedro, y ministros del Gobierno.

Al llegar a Luján, Cristina, junto a Radrizzani, recorrió las obras realizadas por el Gobierno en la histórica Basílica, quien en la homilía que brindó agradeció las mejoras que se hicieron en el tradicional templo de la Patrona de la Argentina.

En ese sentido, Radrizzani destacó las obras de refacción que se realizaron en la Basílica, que “le devolvieron el resplandor” que tenía en 1930, cuando la virgen fue declarada patrona de Argentina, y citó las palabras de Jorge Bergoglio cuando fue ungido Papa Francisco, pidiendo que los argentinos caminen juntos, se cuiden unos a otros y “no se saquen el cuero”, expresión que arrancó la sonrisa de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

“Con aportes de la presidencia, ayer Néstor Kirchner y hoy con el apoyo de nuestra Presidenta, la refacción le devolvió su resplandor a la Basílica, aquel que tenía el 5 de octubre de 1930, cuando fue declarada patrona de las tres repúblicas hermanas. Hoy el santuario luce de la misma forma, y se puede apreciar desde la Plaza Belgrano, y adentro, con el espectáculo visual y la sobrecogedora sensación de belleza”, dijo Radrizzani al pronunciar el Tedeum que celebra los 205 años del inicio del camino argentino hacia la Independencia y la Libertad.

Asimismo, pidió por la “concordia y la justicia, la prosperidad y la paz” para todos los argentinos, y citó las palabras del Papa Francisco cuando , antes de iniciar su ministerio como Sumo Pontífice envió un mensaje a todos los argentinos, que espontáneamente se habían reunido frente a la Catedral de Buenos Aires.

Francisco pidió a los argentinos caminar juntos, cuidarse unos a otros, a los niños, a los viejos, que no haya odio ni peleas, que se deje de lado la envidia y que “no le saquen el cuero a nadie”Precisamente al pronunciar este último deseo del Sumo Pontífice, y tras la aclaración de monseñor Radrizzani respecto a la dificultad de su traducción a otros idiomas, la Jefa de Estado esbozó una sonrisa.

Antes, Radrizzani leyó el Santo Evangelo según San Mateo, en el que dice que a quienes pide se les dará, quienes busquen encontrarán y quienes llamen se les abrirá, y señaló la necesidad de “iniciativas cada vez más amplias y generosas en favor de todos, que incluyan a pobres y excluidos”.

El arzobispo también recordó la presencia de la Iglesia desde el momento del nacimiento de la Nación, compartiendo los ideales de libertad e independencia, y destacó que en esta etapa de la Argentina es necesario una buena “convivencia, mayor solidaridad, mayor justicia social, y decidida participación de todos en los proyectos comunes”.

A los dirigentes sociales y políticos, les pidió que “superen las dificultades con el don de la paz social”, para la “recuperación del hombre y la sociedad argentina”, para que “sigan creciendo y cumpliendo con los deberes ciudadanos con altura moral”, en un contexto de “paz, solidaridad y concordia”.

Al concluir la homilía, representantes de la comunidad Armenia, Islámica, Judía y ortodoxa brindaron un mensaje por el aniversario del 205 Aniversario de la Revolución de Mayo, y luego en en el Patio Claustro de la Basílica Cristina junto al canciller Héctor Timerman saludó a los miembros de las delegaciones extranjeras.

Tras finalizar la ceremonia, Cristina se dirigió a la Plaza ubicada enfrente a la Basílica y allí saludó a los vecinos que se concentraron para poder saludar a la jefa de Estado, y aceptó sacarse fotos con los centenares de personas que querían expresarle su afecto.

Acompañaron a Cristina en el oficio religioso celebrado por Radrizzani, el vicepresidente Amado Boudou, el presidente provisional del Senado, Gerardo Zamora, el titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, el gobernador Daniel Scioli, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández; los ministros del Interior, Florencio Randazzo; de Defensa, Agustín Rossi; de Cultura, Teresa Parodi; de Planificación, Julio de Vido; de Economía, Axel Kicillof; de Educación, Alberto Sileoni; de Relaciones Exteriores, Hector Timerman; de Desarrollo Social, Alicia Kirchner; de Seguridad, María Cecilia Rodríguez; los secretarios de Legal y Técnica, Carlos Zannini, de Seguridad, Sergio Berni, y de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro; además del titular de la Agencia Federal de Inteligencia, Oscar Parrilli.

También concurrieron el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, el secretario General de la Campora y diputado Andrés Larroque, el vicegobernador Gabriel Mariotto; los diputados Horacio Pietragalla, Carlos Kunkel, Graciela Gianettassio, y Roberto Feletti, el dirigente Luis D'Elía, el actor Gerardo Romano, y representantes de diferentes cleros religiosos y de organizaciones de Derechos Humanos.

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