viernes, 14 de julio de 2017

Tras la salvaje represión en PepsiCo, la CGT anunció una movilización pero de paro ni hablar

PARA RATIFICAR QUE SIEMPRE LE FALTAN CINCO PARA EL PESO, LA CENTRAL OBRERA LLAMÓ A UNA MARCHA NACIONAL RECIÉN PARA EL 22 DE AGOSTO.

Fiel al estilo que viene practicando desde que asumió Mugrizio Macri, con largas horas de demora, la Confederación General del Trabajo (CGT) anunció una movilización para el 22 de agosto en repudio a la feroz represión estatal contra los obreros de PepsiCo.

La fecha intenta separar el reclamo de las primarias y denuda las internas en la CGT por algunos sindicatos que entablaron una relación amena con el régimen macrifascista. Para no volver a quedar a destiempo, anunciaron un plenario nacional para el 28 de julio, donde leerán un documento sobre el conflicto social. 

La decisión fue comunicada por el triunvirato que conduce la central, integrado por Juan Carlos Schmid, Carlos Acuña y Héctor Daer, tras una intensa reunión del consejo ejecutivo, donde faltaron reproches por el protagonismo de la izquierda ante la crisis de empleo.

"La CGT la integran muchos gremios, los vinculados a la industria fueron afectados por despidos y otros no", admitió Schmid, consultado respecto a las diferencias internas sobre como reaccionar ante incidentes como los de ayer a la mañana. Parecía referirse a los sindicatos del transporte, favorecidos por los cambios en Ganancias y su relación con Guillermo Dietrich.

"Si hay una escalada de esta naturaleza hacemos responsable al Ejecutivo de que suceda una tragedia en el país", protestó el titular del gremio de Dragado y Balizamiento. "Esto no se arregla con un bastón, sino sentándose a la mesa y ofreciendo alternativas", agregó, al tiempo que puso su planteo "a consideración de todas las fuerzas que hoy están intentando ocupar cargos públicos (por las elecciones)".

"Se tienen que expresar y decir que por esta vía no vamos a resolver ningún problema", pidió Schmid y remarcó que el plenario del 28 será "en un microestadio deportivo para reunir a toda la militancia, y dar a consideración los alcances de este documento que será presentado en la Casa Rosada y en ese lugar hacer el anuncio de una movilización de protesta para el 22 de agosto".

La excusa para demorar la movilización al 22 de agosto fue que se cumple un año de la asunción del triunvirato, pero por lo bajo muchos admitieron no querer involucrarse en la contienda electoral.

"Naturalmente le hemos transmitido nuestra preocupación a las esferas gubernamentales porque creemos que se podrían haber utilizado otros métodos para evitar esta imagen triste, lamentable, cercana a la tragedia, de Argentina", sostuvo Schmid.

Más institucional, Daer le pidió al régimen macrifascista que respete los procesos de normalización de los gremios con conflictos "y no como el SOMU que está intervenido hace un año y medio, no se respetan los plazos perentorios y el único objetivo es cambiar el régimen laboral".

Acuña, por su parte, le recriminó a Macri haber vetado la ley que suspendía los despidos. "Si no lo hubiera hecho esto no estaría pasando", se lamentó.

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