A los 88 años y tras no recuperarse de un paro cardiorespiratorio, murió la Saeta Rubia: uno de los mejores jugadores de la historia. El fútbol está de luto.
El ex futbolista argentino Alfredo Di Stéfano falleció ayer a los 88 años en Madrid, tras haber estado dos días internado en el hospital General Universitario Gregorio Marañón, luego de ser ingresado el sábado por un paro cardiorrespiratorio.
El presidente honorario de Real Madrid no pudo reponerse de un infarto, a la salida de un restaurante, con motivo del festejo de su cumpleaños número 88.
Considerado uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos, "la Saeta Rubia", como se apodaba, sufrió el sábado un paro cardiorrespiratorio en la calle Juan Ramón Jiménez, a unas cuatro cuadras del estadio Santiago Bernabeu, hogar de Real Madrid, institución de la cual era presidente honorario.
Tras 18 minutos de reanimación, fue trasladado al hospital por una unidad de la UVI móvil del Servicio de Ambulancias Municipal y Rescate (SAMUR). Allí fue ubicado en la Unidad Coronaria y en los primeros partes médicos se mencionaba la gravedad de su afección, una "cardiopatía severa".
Entre las personalidades que se acercaron al hospital para estar al tanto de su estado pasó el propio presidente de Real Madrid, Florentino Pérez.
La salud del argentino venía flaqueando en los últimos años. El 24 de diciembre de 2005 había sufrido un infarto agudo de miocardio, cuando se encontraba en Valencia, que luego le provocaron inconvenientes en la arteria coronaria izquierda y sus ramificaciones. A raíz de esta peligrosa situación se le implantó un cuádruple bypass y estuvo internado casi un mes.
Ya en 2013 Di Stéfano sufrió el anteúltimo de una serie de infartos que fueron minando su salud, mientras que en 2014 padeció uno más severo, del cual no pudo recuperarse.
En nuestro país, debutó en River en 1945, pasó a Huracán y volvió al Millonario. Para la selección jugó la Copa América de 1947 y la ganó, con seis goles en seis partidos.
En 1949, en el país el fútbol comenzó una huelga inédita e histórica y entonces Distéfano se fue a jugar a la liga colombiana, donde, se decía, jugaban los mejores del continente. Fichó para Millonarios y es considerado uno de los fundadores del estilo de juego del fútbol cafetero. Allí ganó cuatro copas y terminó como goleador en dos torneos.
Hasta que llegó el destino y lo vino a buscar. Di Stéfano llegó al Real Madrid para revertir una sequía de 20 años de títulos y la supremacía de Barcelona. Mal no le fue: consiguió ocho ligas -en cinco fue el goleador- y una Copa del Generalísimo en el ámbito español.
Y a nivel internacional, ganó cinco copas de Europa consecutivas fue subcampeón en otras dos. También ganó una Copa Intercontinental.
El 27 de mayo de 1964 fue su despedida, también en una final: fue derrota por 3-1 contra el Inter de Milán por la final de la Copa de Europa. En 1956 protagonizó la película La Saeta Rubia en la que se interpretó a si mismo.
Como entrenador, ostenta un récord en el fútbol argentino: es el único director técnico que salió campeón con Boca y con River. Con los "xeneizes" obtuvo el torneo Nacional y la Copa Argentina en 1969 y con los "millonarios", el torneo Nacional en 1981.
El fútbol está de luto y se despide de uno de los mejores jugadores de todos los tiempos. Tal vez el más recordado de uno de los clubes más poderosos del planeta como lo es Real Madrid, y ocurre ni más ni menos que en medio de un Mundial, el de Brasil 2014, justamente la única competencia en la que no pudo dejar su huella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario