La American Task Force Argentina (ATFA), el grupo de lobby que representa al fondo buitre NML organizó, junto a la Asociación de Ganaderos de los Estados Unidos (USCA), un encuentro privado en las oficinas de la Cámara de Representantes del Congreso estadounidense para denunciar un supuesto incumplimiento de la Argentina de los protocolos de salud animal.
La reunión celebrada bajo el título "Los esfuerzos de Argentina para socavar los Protocolos de Salud Animal", contó con la presencia de unas 60 personas.
El encuentro se inició con la declaración de ATFA sobre la cesación de pagos en que Argentina incurrió a fines de 2001.
Por su parte, el vicepresidente de la USCA, Chuck Kiker, explicó qué es la fiebre aftosa y los perjuicios económicos que pueden acarrear eventuales exportaciones de Argentina infectadas con la misma, y denunció la supuesta "falta de cumplimiento de los protocolos de salud animal" por parte de nuestro país.
Calificó a la Argentina como "país sin transparencia en materia sanitaria", e hizo referencia al brote de aftosa de 2001, recordando las demoras que hubo en informar al respecto, por parte del gobierno de Fernando De la Rúa.
Si bien admitió que "la Patagonia no presenta fiebre aftosa", advirtió sobre un supuesto "peligro de reintroducción" proveniente de la zonas aledañas.
El Departamento de Agricultura estadounidense, a través de su Servicio de Inspección de Salud en Animales y Plantas (APHIS) determinó este año que "una región de Argentina está libre de fiebre aftosa" y precisó que "es la Patagonia Sur y la Patagonia Norte B".
La Patagonia Norte B incluye a la provincia de Neuquén, exceptuando el departamento Confluencia, más todo el sur de la provincia de Río Negro; en tanto que la Patagonia Sur agrupa a Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego.
Sin embargo, en un comunicado que lleva la firma de su presidente, Jon Wooster, la USCA manifestó su "oposición al cambio de estatus" de la Patagonia, y reclamó a la APHIS que "reconsidere la decisión" adoptada sobre Argentina.
Allí también alertó sobre "las pérdidas económicas" que podría significar para los Estados Unidos la introducción de carne argentina infectada con aftosa, a las que calificó como "catastrófica para la industria y la economía nacional".
Al respecto mencionó "la pérdida de stock de animales vivos, el costo de desarrollar vacunas apropiadas, la implementación de un programa de vacunación y la interrupción del comercio".
"Los riesgos son muy serios y la USCA se opone a cualquier acción que ponga en peligro la salud y el bienestar del ganado vacuno estadounidense", puntualizó la Asociación.
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