Después de cinco años, la Comisión por la Reconstrucción de Nuestra Identidad, descubrió que 122 empleados estatales secuestrados por las fuerzas armadas figuraban en sus legajos personales como "dados de baja".
En la última hoja de los legajos de personal de las distintas dependencias del Estado figuraban como “dados de baja”. En realidad, fueron detenidos desaparecidos, víctimas de dictadura cívico-militar.
Desde marzo de 2007, la Comisión por la Reconstrucción de Nuestra Identidad recopila sus historias laborales y les inscribe su verdadero cierre: la desaparición forzada. El trabajo de los integrantes de esta comisión fue reconocido ayer por un decreto presidencial que dispuso la inscripción de la condición de detenido desaparecido en los primeros 122 legajos reconstruidos.
Entre los trabajadores de las distintas dependencias del Estado que recuperaron su verdadera condición en su legajo están incluidos Damián Abel Cabandié, papá del legislador y nieto recuperado Juan Cabandié, y Raúl Bonafini, hijo de la titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini.
El decreto, que lleva la firma de la presidenta Cristina Fernández, el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina y los ministros de Planificación Federal, Julio De Vido y de Justicia, Julio Alak, recuerda que “la Junta Militar dispuso despidos masivos en los que figuraban detenidos-desaparecidos” a la vez que disponía la expulsión del ámbito laboral “como una acción intimidatoria y de persecución previa al secuestro y desaparición de los trabajadores del Estado”.
Asimismo, destaca que “se hace necesario rectificar esta situación por constituir una flagrante adulteración documental de los sucesos reales que trajeron como consecuencia la desaparición ilegal de las personas y, por ende, de su condición de empleados públicos”.
“El decreto es la institucionalización de la reivindicación de los trabajadores detenidos-desaparecidos del Estado y esta reparación documental de los primeros 122 legajos abre el camino a convocar a todos los organismos de Derechos Humanos y las organizaciones gremiales del sector público a que acerquen toda información que tengan sobre sus trabajadores víctimas del terrorismo de Estado”, señaló Julián Scabbiolo, uno de los integrantes de la comisión.
El trabajo de reconstrucción comprende a todos aquellos que hayan sido trabajadores del Estado entre el 16 de junio de 1955 y el 9 de diciembre de 1983, y en cuyos legajos figuraban como "baja", "cesante", "suspendido", "limitar los servicios" y "despido". “Se toma como fecha de inicio el bombardeo a Plaza de Mayo porque consideramos que fue la primera acción genocida de las fuerzas armadas donde a su vez murieron muchos empleados públicos”, explicó Scabbiolo.
La iniciativa nació de un grupo de empleados del Ministerio de Planificación a principios de 2007. "El ministerio tiene a cargo la construcción de viviendas, cloacas, agua potable, todo lo relativo a la calidad de vida que hace a los Derechos Humanos y caí en la cuenta de que estabamos reconstruyendo algo que habían destruido otros, por eso vimos la necesidad de acordarnos de los que no están", recuerda Scabbiolo.
Fue entonces que el 22 de marzo de 2007 se firmó un acuerdo de colaboración entre el Archivo Nacional de la Memoria y la Secretaría de Obras Públicas para crear la Comisión de Trabajo por la Reconstrucción de Nuestra Identidad que ahora acaba de ser reconocida y a la cual se le asigna en forma oficial el relevamiento del personal de la Administración Pública Nacional “que resultó víctima de desaparición forzada, como así mismo toda otra actividad tendiente a la identificación, preservación y clasificación de informaciones, testimonios y documentos referidos al accionar del terrorismo de Estado”.
Además de su condición de detenidos desaparecidos, se agregará en los legajos el número de Registro de la Comisión Nacional Sobre la Desaparición de las Personas (CONADEP). La coordinación de la tarea de reparación documental quedará en manos de la Secretaría de Gabinete y Coordinación Administrativa que depende de la Jefatura de Gabinete de Ministros.
“El decreto llegó justo el día del amigo, el día en que nos pudimos saludar y recibir llamados de los hijos y los familiares, fue un día de abrazos y reflexión. Esta es una forma de reivindicar la militancia y el compromiso de los compañeros detenidos desaparecidos, es una forma de empezar a hacer justicia con esas historias”, concluyó Scabbiolo.
Cuando decimos que "vamos por más", también vamos por más MEMORIA, más VERDAD y más JUSTICIA.
Y más allá de lo que digan sus legajos, los compañeros están ¡¡¡PRESENTES, AHORA Y SIEMPRE!!!
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