Ponen condiciones a la UCR para entrar al Frente Progresista

Hermes Binner había abierto la posibilidad para que los radicales ingresasen al FAP, pero algunas voces ya comenzaron a poner reparos. Desde el GEN condicionaron la llegada de la UCR al frente a que antes hagan una autocrítica tras el fracaso de Alfonsinito en la elección presidencial.

Gerardo Milman, diputado nacional y vocero del GEN, fuerza que integra el Frente Amplio y Progresista y comanda la ex UCR Margarita Stolbitzer, planteó que una eventual incorporación del partido de Yrigoyen a esa agrupación dependerá de la "autocrítica" que hagan los radicales, "entendiendo" el resultado de las elecciones de octubre.

Luego de que Binner dejara abierta una puerta a la llegada de la UCR y que esta fuera bien recibida desde el radicalismo, Milman opinó que "tenemos historias comunes con los radicales, pero también es cierto que nos diferencia la actuación del presente".

"Ellos deben reflexionar sobre su alianza con los sectores conservadores del peronismo y, hecha esta autocrítica, si están dispuestos a formar parte de un frente progresista sin especulaciones, con grandeza y entendiendo cuál es el lugar en que a cada uno nos colocó la ciudadanía en la última elección", agregó el vocero del GEN.

Milman aseguró además que "nuestro trabajo es fortalecer el FAP, darle institucionalidad y desarrollo en todas las provincias, siempre desde nuestro programa".

Más temprano, desde Mendoza, en declaraciones a la prensa en el marco de un campamento de la Juventud Socialista en la ciudad de Tunuyán, Binner había dicho que, a partir de una "trayectoria en común, nos parece importante llegar a un acuerdo o entendimiento con la UCR para las próximas elecciones".

Alfonsinito recibió con agrado la oferta del exgobernador de Santa Fe, sobre lo que afirmó que su intención es "trabajar para reunir la tradición socialista y la radical".

Aquí deberían venir nuestras consideraciones sobre aquello de que "tarde piaste"; que esta es la alianza que debió haber hecho el radicalismo para las elecciones; que de a poco todos van asomando la cabeza después de la paliza del 23 de octubre; etc., etc., etc.

Pero no podríamos hilar ni media frase coherente porque desde hace tres párrafos, nuestra mente está ocupada en una sola cosa: imaginar la bizarra escena de Binner en un campamento juvenil.