El jefe de Gobierno porteño, Mugricio Macri, volvió de su paseo por Europa y no quiere saber nada con reunirse con los derrotados de las elecciones primarias. Ni Alfonsinito, ni Duhalde, ni Saá pasarán por sus oficinas.
El miércoles, luego de 10 días de su ausencia, el jefe de Gobierno porteño, Mugricio Macri se reunió con sus hombres de confianza y allí no pudo evadir más un tema que lo preocupa: a quien apoyará el PRO de cara a las presidenciales de octubre. "Si uno de los opositores hubiera obtenido el 30 por ciento, los que sacaron menos no se habrían quejado. ¿Y ahora qué hacemos? ¿Con quién empezamos?", se preguntó uno de los participantes del almuerzo.
Horacio Rodríguez Larreta, Marcos Peña, Emilio Monzó, Humberto Schiavoni y los voceros Iván Pavlovsky y Miguel de Godoy fueron quienes se encargaron de contarle al jefe de gobierno los detalles de los comicios del domingo. El hijo bobo de Franco Macri, sin embargo, prefirió hablar sobre los candidatos propios (Federico Pinedo y Jorge Macri) que continuar la charla sobre los otros opositores.
"Habló de candidato único, o al menos de reducir la cantidad de postulantes para tener más chances. Ahora están todos por el piso", abundó el participante. A este comentario se suma las opiniones de Jaime Durán Barba, su asesor, que ya le advirtió que es inprescindible mantener la imagen positiva alcanzada en los comicios porteños y que no está de acuerdo con comenzar las reuniones con Alfonsinito, Saá y Duhalde, como el propio Macri lo había prometido.
Horacio Rodríguez Larreta, Marcos Peña, Emilio Monzó, Humberto Schiavoni y los voceros Iván Pavlovsky y Miguel de Godoy fueron quienes se encargaron de contarle al jefe de gobierno los detalles de los comicios del domingo. El hijo bobo de Franco Macri, sin embargo, prefirió hablar sobre los candidatos propios (Federico Pinedo y Jorge Macri) que continuar la charla sobre los otros opositores.
"Habló de candidato único, o al menos de reducir la cantidad de postulantes para tener más chances. Ahora están todos por el piso", abundó el participante. A este comentario se suma las opiniones de Jaime Durán Barba, su asesor, que ya le advirtió que es inprescindible mantener la imagen positiva alcanzada en los comicios porteños y que no está de acuerdo con comenzar las reuniones con Alfonsinito, Saá y Duhalde, como el propio Macri lo había prometido.
En fin. La cosa es que volvió el hijo bobo de Franco Macri y se recupera de sus vacaciones, mientras se prepara para encarar otros 4 años de descanso.
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