miércoles, 21 de junio de 2017

Un puñado de globoludos reclamó ante los tribunales de Comodoro Py que avancen causas por corrupción

UN PUÑADO DE SIMPATIZANTES DEL MACRIFASCISMO SE CONGREGÓ FRENTE AL EDIFICIO DE LOS TRIBUNALES FEDERALES PORTEÑOS, EN EL BARRIO DE RETIRO, PARA RECLAMAR JUSTICIA Y CÁRCEL PARA LOS CORRUPTOS, SOBRE TODO PARA EX FUNCIONARIOS DE LOS GOBIERNOS KIRCHNERISTAS, ASÍ COMO LA RESOLUCIÓN DEL CASO DEL FALLECIDO, CORRUPTO Y PUTAÑERO FISCAL ALBERTO NISMAN.

A la misma hora en que la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner lanzaba el frente Unidad Ciudadana en Sarandí, cientos de personas se reunieron frente al desierto edificio de Retiro para reclamar una "justicia independiente" que avance en las causas contra los ex funcionarios kirchneristas y contra la ex mandataria. 

"¿Esperan que Cristina logre fueros para actuar?", preguntaba una mujer con su cartel en alto. Otros quebraron el frío cantando a coro "Lilita, Lilita, Lilita", vivando a la desquiciada candidata del macrifascismo en la ciudad de Buenos Aires, quien respaldó la movilización el viernes pasado antes de irse de vacaciones a Brasil. 

Entre los manifestantes, que en algún momento exigieron que se abrieran las puertas de los tribunales, cerrados por el feriado, el repudio contra "jueces y fiscales cómplices" no apuntó a las investigaciones abiertas sobre Mugrizio Macri o sus funcionarios sino que volvió sobre las consignas de las anteriores movilizaciones antikerchneristas: la tragedia de Once, los bolsos de José López, los hoteles de la familia Kirchner y la procuradora general Alejandra Gils Carbó. 

Los cantos fueron de las vivas a "Lilita" a el "Sí, se puede" de la campaña macrifascista. Los participantes le hicieron frente al frío con gorros y bufandas albicelestes desde las 15, cuando estaba convocado el acto de Unidad Ciudadana en Sarandí, y se retiraron inmediatamente después de que la ex presidenta terminara su discurso en el estadio de Arsenal. 

Para no comprometer el encanto de la convocatoria "espontánea", la única encargada de hablar con los medios fue Marcela Campagnoli, secretaria de Educación de la municipalidad de Pilar, hermana del fiscal José María Campagnoli, aliada de la diputada Elisa Carrió y una de las promotoras de la marcha. "No queremos que los jueces le permitan a los candidatos ampararse en sus fueros. El Congreso no es un aguantadero para el turco innombrable, Julio De Vido y los que van a entrar ahora", sostuvo.

Carrió se encargó de promover la movilización, pero a la distancia. Manifestó su "total apoyo" a la convocatoria el viernes pasado en Twitter. Después, la diputada, promotora de alianza de derecha Cambiemos y cabeza de lista en la Ciudad de Buenos Aires, donde el PRO rompió la Segunda Alianza, se fue "a cargar pilas" a Brasil, según confesó la legisladora Paula Oliveto, titular de la Coalición Cínica porteña.

Tampoco faltaron los carteles de "todos somos Nisman". Entre gritos de "no vuelven nunca más", algunos manifestantes celebraron el proyecto de la gobernadora fascista bonaerense. María Eugenia Vidal. para dividir La Matanza. 

Entre las pocas caras conocidas que respaldaron la marcha se encontraban el diputado del PRO Waldo Wolff, el patético Fernando Iglesias y el economista José Luis Espert, quien días atrás denunció que Macri "endeuda al país como en los noventa y como (el ex ministro de Economía durante la dictadura, Alfredo) Martínez de Hoz". Carolina Píparo, la mujer que perdió su embarazo tras un asalto y será candidata de Cambiemos en Buenos Aires, también fue de la partida. 

Desde Brasil, donde se encuentra de vacaciones, Carrió aprovechó para subir un video referido al Día de la Bandera, que resultó ser un spot de campaña de Vamos Juntos, el sello porteño del PRO y de la Coalición Cínica.

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