Los titulares principales de los diarios editados en la ciudad de Buenos Aires muestran hoy con muchísima claridad dos enfoques diametralmente opuestos sobre la coyuntura.
Los diarios del gris domingo de ayer sirvieronn para que quien se para en el kiosco tenga una visión clara y precisa de cómo se maneja la información y desde qué lado se la comunica. Quien busque línea opositora para fundamentar que estamos cada vez peor tendrá seguramente en Clarín y La Nazion letra de sobra aunque muy probablemente el titulo central del diario de Magnetto le dé un poquito de vergüenza porque, a esta altura del partido seguir hablando de "la plata de los jubilados" da cosita.
Leemos "Es récord el uso que el gobierno hace de la plata de los jubilados" y nos solidarizamos de corazón con sus lectores. Pertenecer al mundo Clarín tiene sus costos.
La Nazion desprecia el nivel intelectual de sus lectores pero tomando como recurso el supuesto calvario de Daniel Scioli, que estaría corriendo riesgo de no pagar sueldos si el gobierno nacional, en una actitud francamente suicida, no le gira 2.800 millones. El titulo decía "Se agrava la urgencia de Scioli para recibir fondos nacionales".
Perfil no se anda con chiquitas y propuso en su tapa que "Estudian gobernar sin Boudou" y para que nadie se confunda puso en cabecera "La Cámpora, a cargo de Fabricaciones Militares".
Si el ciudadano que mira las tapas en el kiosco quiere informarse desde otro lado, más cercano a la mirada del gobierno, tuvo opciones como la de Página/12, que dedicó su tapa al plan de viviendas anunciado el martes y tituló "El camino a casa", un extenso informe sobre los pasos a seguir de los miles de argentinos que sueñan con la posibilidad de llegar a su casa propia. También Miradas al Sur trajo mucha información sobre el Plan Procrear Bicentenario. Su titulo fue "A lo hecho techo".
Tiempo Argentino informó en su portada que "Repsol reconoció ante la justicia el daño ambiental que hoy pretende ocultar".
En algo coincidieron todos los diarios sin distinciones: Resaltar el desastre de River, el sábado por la tarde, en el Cementerio de los elefantes.
Y es así nomás, amigo lector. Lo de River es tan horrorosamente patético que logra lo imposible: hacer que el periodismo militante y el periodismo "independiente" coincidan por una vez en la vida.
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