martes, 26 de diciembre de 2017

Mugrizio Macri Blanco Villegas ya se instaló en Villa La Angostura para rascarse los huevos junto a su familia

TRAS PASAR NOCHEBUENA EN LA QUINTA LOS ABROJOS, EL EX HIJASTRO DE FLAVIA PALMIERO ARRIBÓ AYER AL AEROPUERTO DE BARILOCHE Y LUEGO PARTIÓ HACIA LA CIUDAD NEUQUINA DE VILLA LA ANGOSTURA, DONDE DESCANSARÁ UNA SEMANA Y RECIBIRÁ EL 2018 JUNTO A SU FAMILIA.

A bordo del Tango 04, el mandatario aterrizó en el Aeropuerto Internacional Teniente Luis Candelaria de la ciudad rionegrina junto a su esposa, la explotadora de trabajadores textiles esclavos Juliana Awada, y el pequeño engendro de ambos, la infanta Antonia. 

Bajo un fuerte operativo de seguridad, el idiota confeso evitó dar declaraciones a los periodistas locales y se subió a un helicóptero para trasladarse hacia Villa La Angostura.

Tras pasar la Nochebuena en la quinta Los Abrojos, en el partido bonaerense de Malvinas Argentinas, el subnormal pasará la última semana del año en el exclusivo Cumelén Country Club, tal como lo hizo desde su llegada a la Casa Rosada.

Se trata de un exclusivo country que cuenta con canchas de tenis y paddle, un campo de golf de nueve hoyos, muelle propio y más de 30 hectáreas de bosques de araucarias y arrayanes. Es donde también suelen pasar sus vacaciones su amigo Nicolás Caputo y la mal cogida reina Máxima de Holanda.

Luego de brindar en la quinta familiar, Macri Blanco Villegas envió un mensaje navideño en el que subrayó que el régimen fascista está "haciendo lo que había que hacer" y aseguró que "cuesta, pero vale la pena".

"Este fin de año nos encuentra un poco mejor que el año pasado. Hoy brindo por todos y los abrazo fuerte, con la emoción de saber que somos la generación que está cambiando la Argentina para siempre", sostuvo el pelotudo hijo de puta.

A través de sus redes sociales, el infeliz destacó las acciones que llevó adelante su administración en el segundo año de gestión. "Tuvimos un año donde todo nos cuesta, pero vale la pena. Estamos haciendo lo que había que hacer", señaló.

Desde Los Abrojos, remarcó que "estamos construyendo el país que soñamos, ese país donde valga la pena vivir, donde nuestros hijos y nuestros nietos puedan crecer y ser felices".

Finalmente, el hijo bobo de Franco Macri también deseó a los argentinos "que hayan recibido algún regalito lindo" y contó que a él le obsequiaron "ropa de deportes".

"Me encantó. Lo único malo es que, como siempre, son noches en las que uno come demasiado. Me comí medio kilo de turrón", bromeó el sorete mal cagado para concluir su mensaje navideño.

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