domingo, 12 de noviembre de 2017

Se cometen 300 robos por hora en el transporte público

PASAJEROS DE TRENES, SUBTES Y COLECTIVOS SON BLANCOS PERMANENTES DE LOS LADRONES. LUCAS MASSONE TAMBIÉN FUE ASALTADO EN LA ESTACIÓN DON TORCUATO Y ARROJADO A LAS VÍAS: SALVÓ SU VIDA DE MILAGRO.

Lucas Massone es un muchacho de 27 años que fue despojado de sus pertenencias en una formación ferroviaria de la línea Belgrano Norte, en la misma estación de Don Torcuato donde fue atacada brutalmente la joven Brenda Bigiatti. En este caso, la víctima padeció una tremenda golpiza y luego fue arrojada a las vías, salvando su vida de pura casualidad.

Los robos y hurtos contra usuarios de medios de transporte se producen a un ritmo frenético de más de 300 hechos por hora en trenes, subtes y colectivos de la ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense.

Tras los casos padecidos por Brenda y Lucas, y la indignación pública, un informe elaborado por la Comisión Nacional de Familiares de Víctimas del Transporte Público destacó que la problemática es dramática, indicando que en el año 2014 se produjo un promedio de 180 delitos cada hora, en 2015 fueron 240 los casos ocurridos y en los últimos dos años esa cifra se elevó a más 300 episodios cada sesenta minutos.

El episodio que tuvo como víctima a Massone ocurrió el jueves, y el joven contó en diversos reportajes, mientras se lo observaba con visibles heridas en su rostro, que fue atacado cuando regresaba de una entrevista laboral para un agencia de marketing ubicada en Puente Saavedra. Aunque tiene moto, el muchacho relató que había decidido ir en tren.

Según denunció, cerca de las 13, metros antes de la estación de Don Torcuato, lo asaltaron tres personas. “Me sacaron la gorra y los lentes. Intenté defenderme y me empujaron. Empecé a rodar por el andén y la misma inercia del tren me chupó para abajo de las vías. De milagro no me pasó por encima”, contó el joven. En la misma secuencia, Lucas intentó pararse, sin darse cuenta que había quedado a centímetros de la rueda del tren.

Lucas Massone
“Me volví caer. Se acercó un señor y me ayudó a salir. Otra señora se acercó y me dio una remera, y llamaron a la ambulancia”, relató. Lucas fue trasladado al Hospital de Pacheco, el mismo centro de salud en el que el viernes de la semana pasada atendieron a Brenda, quien luego fue derivada por la gravedad de sus heridas.

Los golpes que sufrió Lucas fueron más leves, aunque les dejaron marcas, ya que le tuvieron que dar 6 puntos en la cabeza y unos 15 en la espalda, donde sufrió un corte profundo que puede haber sido provocado por las ruedas o el freno del tren. “Me duele todo el cuerpo. La médica me dijo que volví a nacer”, explicó el joven.

Fuentes policiales aseguraron que en su denuncia ante las autoridades de la comisaría de Don Torcuato, el joven no habló de intento de robo. “Contó que había tenido un altercado a golpes con una persona que viajaba en el furgón, pero no mencionó ningún ilícito”, afirmaron fuentes del caso. El muchacho fue contundente sobre lo que sucede arriba de los trenes. “La gente se droga y toma alcohol en los furgones”, expresó.

Martín Lescano, titular de la organización de familiares de víctimas, afirmó que el trabajo estadístico que vienen realizando desde hace varios años involucra a “distintos delitos sufridos por los usuarios del transporte público en la zona metropolitana, conformada por la ciudad de Buenos Aires y el conurbano”.

“Cabe destacar que observamos un recrudecimiento de los casos de violencia extrema en el marco de robos, muchos ejecutados con armas de fuego o blanca. El informe incluye ataques sexuales, hurtos y otros delitos que padecemos los usuarios del transporte de pasajeros”, señaló Lescano.

En tanto, el especialista en seguridad callejera Néstor Fortunato sostuvo que “muchas situaciones se pueden evitar teniendo en cuenta algunas precauciones”.

“El problema de los robos creció muchísimo en los últimos tiempos, y actualmente hay muchos hechos que se registran dentro de los medios de transporte. Por ejemplo, debe evitarse escuchar música con auriculares conectados a los celulares, ya que los sentidos de defensa disminuyen considerablemente, detalle que los delincuentes tienen en cuenta”, dijo el experto.

Con una destacada trayectoria en el ámbito de la seguridad personal, Fortunato comentó que “es innumerable la cantidad de episodios que ocurren cuando el ciudadano está subiendo o bajando de las unidades”.

“El delincuente callejero aprovecha las distracciones y descuidos. Entonces, la prevención pasa por estar alertas, cuidando de no exhibir los equipos, ya sea en las manos, bolsillos de mochilas o en la cintura”, indicó y agregó que “un consejo importante pasa por no identificar en las agendas de los celulares con nombres y apellidos a los familiares directos, para que posteriormente no sufran falsos secuestros”.

En torno a los hechos con armas, dijo que “lo primero a tener en cuenta en un hecho de este tipo es decirle al delincuente de qué lugar sacaremos el teléfono o cualquier objeto, ya que se evitará que el sujeto piense que uno está armado”.

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