viernes, 4 de septiembre de 2015

Gils Carbó, inauguró una sede de ATAJO en el Bajo Flores

Vecinos del barrio podrán hacer denuncias, seguir causas pendientes, asesorarse y acceder a la resolución de conflictos en una oficina que inauguró el Ministerio Público Fiscal.


Vecinos del Bajo Flores podrán hacer denuncias, seguir causas pendientes, asesorarse y acceder a la resolución de conflictos en una oficina que inauguró hoy el Ministerio Público Fiscal en un lugar estratégicamente ubicado para los barrios de mayor vulnerabilidad social de esa zona de la Ciudad de Buenos Aires.

La flamante Agencia Territorial de Acceso a la Justicia (ATAJO) "ofrece acortar la distancia en el marco del paradigma que pone a la Justicia al servicio de las personas que más lo necesitan", explicó durante la inauguración la procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó.

La oficina, ubicada en Riestra y Camilo Torres, del Bajo Flores, será accesible para atender a los vecinos de los barrios Juan XXIII, la Villa 1-11-14, Rivadavia, e Illia.

"La distancia entre el barrio y 'el centro' es real, pero hay una distancia que no se mide en cuadras: es la que siempre separó a los tribunales de los problemas cotidianos de los vecinos, y sobre todo de aquellos que más necesitan de la Justicia", señaló Gils Carbó.

Estos "atajos" fueron creados por el Ministerio Público Fiscal para atender los problemas de los más desprotegidos de la ciudad de Buenos Aires, "los que están alejados de los organismos públicos -en particular de los que administran Justicia-, de los porteños que aún no tienen sus barrios urbanizados y carecen de servicios públicos básicos como el agua potable", sostuvo la procuradora.

"El cambio cultural consiste en que la Justicia se ocupe de esos problemas, los sienta como propios, y le de a esos vecinos la atención prioritaria que necesitan", aseguró Gils Carbó, al tiempo que precisó que en poco menos de un año se "hicieron unas 800 intervenciones desde el Programa Atajo" sólo en Bajo Flores.

Violencia de género, explotación laboral y sexual, falta de acceso a medicamentos, defectos en la atención de las obras sociales, y problemas de vivienda son algunos de los temas que se registraron en estos meses durante el trabajo de campo que llevó adelante el programa ATAJO, cuando comenzó a vincularse con los barrios y villas de Bajo Flores en función de la apertura de su quinta oficina.

Algunos vecinos que se acercaron a la inauguración celebraron la apertura de la oficina, como Omar, un hombre que reside desde hace 45 años en ese barrio. "Esto era un pedido a gritos de la gente de acá, de mi barrio. Yo tuve un juicio laboral y sé lo que es ir a los tribunales: un verdadero esfuerzo en muchos aspectos", señaló.

En la misma línea se expresó Nora Herrera, de 40 años. "Haber querido recuperar una parte de mi vivienda y no tener la escritura de la propiedad me dejó en un callejón sin salida. Fue imposible hacerme oír y estuve a punto de perder todo", contó la vecina de la Villa 1-11-14.

"Cuando caí en la oficina de ATAJO nunca pensé que me iban a ayudar tanto. No sólo estoy resolviendo el problema que tenía sino que me están asesorando para superar en forma definitiva el tema de la vivienda", continuó la mujer.

La oficina de dos módulos que ayer se inauguró en esa esquina accesible y cómoda (para la mayor parte de los vecinos de los barrios de la zona) "ofrecerá escuchar los problemas, y articular las respuestas a través de los distintos organismos públicos", dijo Julián Axat, coordinador del programa ATAJO.

Axat contó contó que "antes de abrir hoy las puertas de la flamante oficina hubo un exhaustivo trabajo de campo: se hicieron consultas y encuentros con los vecinos y se los acompañó en situaciones que los afectan directamente".

La oficina, que abrirá de lunes a viernes de 9 a 15, "es una puerta de entrada al Estado, que permite ingresar al resto de las puertas del Estado. Es un camino más corto para llegar a destino", precisó.

"Una cosa es la justicia, que como concepto responde al deseo de cumplir con los derechos de las personas y otra cosa es el Poder Judicial, que muchas veces ha estado en deuda con ese deseo, por su dificultad de adaptarse a la ampliación de derechos y a la profundización democrática", sostuvo el responsable del programa que tiene oficinas en Villa 20 (Lugano), villas 21-24 (Barracas), 31 (Retiro), y Barrio Mitre (Saavedra).

"Hoy hay ejemplos de cómo el Poder Judicial puede abrirse y dar respuestas a los más vulnerables", continuó, y afirmó que "los ATAJO son un ejemplo de una Justicia más vecinal, más cercana al pueblo".

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